Cuando los mercados están demasiados abarrotados de infinidad de productos y servicios y nosotros desde nuestras marcas y empresas tenemos el reto de lanzar algo innovador y que genere atención, nos invade la preocupación.
Ahí es cuando quizás podemos perder momentáneamente el norte y dejarnos llevar por la vorágine de herramientas y plataformas digitales que no tienen sentido si no aplicamos una base estratégica correcta y bien trabajada para nuestro negocio.
En el momento que descuidamos la base de nuestro negocio, el análisis estratégico que nos aportará el enfoque correcto hacia el mercado, estaremos perdiendo el timón del mismo y será complicado reconducir la situación hacia una más exitosa. Muchas veces nos asaltan muchas dudas en el camino, pero la gran mayoría de veces, estas se resuelven aplicando una genial herramienta de marketing: El sentido común.
El sentido común en marketing nos va ayudar a trabajar el estudio estratégico desde la perspectiva de un consumidor, de mi consumidor objetivo, y servirá como guía para no perdernos en el complejo escenario marketiniano en el cuál las marcas se mueven hoy en día.
Muchas son las veces que nos encontramos con negocios que “necesitan una estrategia de marketing online” (según ellos), cuando de verdad lo que necesitan es una reestructuración del enfoque de su marca, de su producto o de su servicio, porque el público no lo identifica como ellos mismos creen.
A partir de ahí, todo será mucho más fácil, todo tendrá sentido y estará organizado y guiado bajo unas pautas sólidas desde la base de la estrategia y enfoque de la marca. El fin estará claro, quedará que el producto y servicio sea acorde a la exigencias y que la comunicación esté alineada con la estrategia de la marca y los valores de los consumidores objetivo.
El sentido común en marketing es una de las principales herramientas que no en muchas escuelas de negocio se enseña y que es verdaderamente importante para las marcas de hoy y de mañana.