Estos días en los que apetece tomar algo fresquito y divertido con los amigos, que mejor que rodearse de una deliciosa sangría, esa bebida tan española y mediterránea conocida mundialmente y que está realmente de moda en la actualidad.
Pues bien, en eso pensaron unos jóvenes diseñadores valencianos de la agencia Smallgran y se pusieron manos a la obra para obtener una propuesta de producto realmente interesante.
Bajo el concepto de un estilo de vida mediterráneo, saludable y alegre, focalizaron en unos de los iconos más reconocidos de este entorno: la sangría. No es casual, puesto que es una bebida icónica la cuál está experimentando un auge muy fuerte a nivel mundial en su consumo y expansión.
El desarrollo de producto nace de esa microsegmentación de mercado, apuesta por el crecimiento internacional y además por mantener las tradiciones locales que hacen únicos a los productos con denominación de origen. Esta jarra se produce totalmente artesanal y con el know-how de los maestros cerámicos de la zona de Valencia.
Álsol, la única jarra del mundo para tomar sangría, guarda un secreto que la distingue del resto. En su estilizada y esbelta figura de no más de 1 litro de capacidad, destaca un decantador para el fácil y seguro vertido de la bebida en los vasos, pero que a su vez, guarda una funcionalidad añadida.
Ese decantador sirve para albergar los trocitos de fruta, una vez terminado el líquido de la jarra, para que puedan ser disfrutados por todos los comensales de una manera limpia, cómoda y sencilla.
La jarra Álsol es un claro ejemplo de funcionalidad, pensada en todos los micromomentos de interación entre el usuario y el producto, naciendo de una segmentación por estilos de vida y con una fuerte vinculación al territorio. Un genial producto, con una más que acertada decisión estratégica.