Como ya hablamos hace unas semanas, el texto tiene una importancia muy destacada en el proceso de marketing y sobre todo en la parte de comunicación persuasiva, aquella que nos tiene que generar el vínculo con nuestro cliente objetivo.
Pero en los tiempos que corren para marketing, parece que el texto queda relegado a un segundo plano, en contra que la imagen o incluso el vídeo. Desde mi punto de vista no es así, para nada, el texto tiene un papel fundamental en las estrategias de marketing y comunicación y puede ser el culpable de que nuestro producto o servicio sea la elección del consumidor.
Ya no es que el texto sea necesario en marketing y los profesionales del mismo tengan que tener una especial atención y delicadeza en su uso, si no que está presente el reto de estudiar el uso y compresión del texto entre los consumidores.
¿Entendemos el texto igual que hace 5, 10 ó 20 años? Este estilo de vida que tenemos en la calle, Los Millennials, ¿le dan el mismo significado a una frase que nosotros o nuestros padres? Irremediablemente no.
Así es que tenemos que estudiar el comportamiento del consumidor ante los nuevos retos que presenta el texto y la forma de actuar de las personas. Hoy tenemos un manera distinta, evolucionada de escribir y de comunicarnos por medios escritos. Las plataformas de mensajes de texto han conseguido que nuestros mensajes sean cada vez más cortos, muy cortos, y eso causa efectos en nuestra comprensión, en nuestro cerebro.
Por ejemplo, un reciente estudio científico nos revela que las frases terminadas en punto son interpretadas como menos sinceras por parte del receptor del mensaje. Por otro lado, buscamos más que esas frases estén terminadas en “!” o “?” o incluso la incorporación de emoticonos.
¿Por qué? Quizás nuestra mente esté acostumbrada a recibir más información y ahora, al disponer de menor cantidad, tiene que “adivinar” la intención, tono o finalidad del mismo, y es un trabajo añadido.
Como departamento de marketing, debemos de conocerlo y saber de qué manera podemos utilizar estos nuevos cambios en la percepción del consumidor.