Si algo echo de menos de la gran mayoría de estudios, excepto los estudios empresariales y/o marketing, es precisamente esa formación y cualificación: MARKETING. ¿Por qué a un médico, un dentista, un mecánico, un abogado… no se le forma en parte para poder desarrollar un negocio?
Hoy en día carecemos en la gran mayoría de casos de esa formación que será clave a la hora de llegar al mercado laboral y querer desarrollar la actividad que a cada cuál le apasiona y por la que ha luchado durante muchos años. Cierto es que en el escenario actual en el cuál nos movemos, una gran parte de profesionales decide emprender su camino por su cuenta y prestar servicios de manera independiente, algo que admiro.
Pero se sigue sin querer/poder enseñar esta materia, marketing, como disciplina transversal en cualquier estudio, sí, en cualquier estudio, rotundamente. Hoy, y hacia dónde vamos caminando, es estrictamente necesario.
Miremos el ejemplo de un abogado. Un licenciado en derecho que termine sus estudios en la universidad, como principales opciones tiene dos: (1) Luchar por un puesto en bufete ya constituido o (2) emprender su camino ejerciendo la abogacía por su cuenta.
- Lo primero, difícil, puede estar mucho tiempo sin recibir ni las gracias y el camino será más que pedregoso.
- Lo segundo, difícil, claro que sí, no nos engañemos. Pero con cierta formación en marketing y estrategia, puede mejorar bastante, incluso me arriesgo, mejorar hasta el éxito.
Pero no de cualquier manera. No basta con elegir un bonito despacho que además de ser bonito se pueda pagar, y esperar a que los clientes vayan entrando uno detrás de otro, ni tan siquiera elegir decantarme por un clásico “Gutierrez Abogado”. No, eso desafortunadamente, ya no vale.
Este abogado se debe diferenciar, así es, esa palabra que tan de moda está y que todo el mundo utiliza a diestro y siniestro. DIFERENCIARSE será la clave para llegar con un mensaje distinto, con un servicio distinto a un público diferente que nos hará un hueco en el mercado. ¿Cómo?
- Cuida tu marca, por ser abogado no te van a llover los clientes. Piensa el naming y cuenta con la ayuda de alguien que mime el diseño. Piensa por qué atributos quieren que te identifiquen.
- Tu esquema digital será la columna vertebral de tu despacho. Diseña qué contenido quieres destacar en tu web y que te distinga de tu competencia, dale un toque fresco y correcto. (Aquí estás de suerte, la competencia aún huele a añejo).
- ¿En qué Redes Sociales está el público al que quieres dirigirte? Si no están, olvídate.
- Te contratarán por tu imagen personal, por tu marca personal. Empieza a cuidarla (también en tus perfiles personales en Redes Sociales y Whatsapp, por supuesto)
- Sabes que un abogado es sinónimo de dolor, no gusta pagar por un abogado, pero si le solucionas el caso, será todo un alivio. Exprime esa ecuación.
- Todos no tenemos los mismos problemas y por lo tanto no vamos a buscar un abogado por las mismas palabras. Estudia cuáles son los casos actuales y conviértete en especialista.
Son solo unos tips, tú eres el que conoces tu negocio. Estudia el entorno y trabaja la creatividad. O por lo menos, apóyate de alguien, no tenemos la culpa que no nos formen en la universidad a ser “emprendedores”. Suerte, tú lo vales.
0 comentarios
Estimado Paco,
Como abogada Jr que soy, no puedo evitar comentar esta entrada de tu blog. He de reconocer que nuestro sector es anticuado y en ocasiones hasta “casposo” y que un par de clases de marketing no nos vendrían nada mal.
Respecto a tus comentarios o sugerencias a cómo ser emprendedor dentro de la abogacía, no son del todo adecuados. No me mal interpretes, tienes razón en: ofrecer un servicio diferente, utilizar las redes sociales con cabeza y un poco de picardía y desmarcarte del resto. Y en parte, yo intento hacer eso.
Pero nuestro sector es complicado. Sin experiencia, no tienes clientes (y mucho menos sin experiencia en sala). No es un negocio que salgas a la calle y captes clientes con tus requisitos, porque sin una serie de años de bagaje no confían en tí. Sí, puedes ampliar experiencia en el turno de oficio, pero necesitas una serie de años de ejercicio para poder incorporarte.
Si quieres adquirir experiencia a través de prácticas necesitas saber de alguien que necesite a un pasante y que te “enchufen”. En algunos sitios es un círculo muy cerrado. Además, hay 590 abogados colegiados en el colegio de abogados de Alicante (valga la “rebuznancia”), hay mucha competencia y más que ahora puedes ejercer en toda España.
No sólo son estos impedimentos, sino también los económicos. Aunque te montes el despacho por tu cuenta (vamos, incluso desde el salón de tu casa), tienes que pagar autónomos, colegio de abogados e impuestos. Si no tienes clientes, no cobras honorarios, y bueno, conozco compañeros que los cobran mal y tarde. Bueno, el día a día del “autonomus comunis españolis”.
Por tanto, si crees que no tengo razón, te animo a que realices un experimento. Soy una abogada que está comenzando a ejercer y está realizando un máster para especializarme y diferenciarme del resto. ¿Crees que puedes aplicar tu teoría a la práctica?
La pelota es tuya.
Hola Sara! Claro que sí, tienes mucha razón en todo lo que dices, lo se de cerca puesto que estoy aprendiendo mucho de vuestro sector, pero… como todo sector, la juventud y la “falta de experiencia” puede ser una debilidad, pero el reto está en quién sepa darle la vuelta a esa debilidad y convertirla en una fortaleza. En vuestro sector hay oportunidades, como tu dices muchos están “anticuados”… Sara, la gran mayoría de cosas que por aquí escribo vienen de la práctica. Sigue a estas chicas: ES ABOGADAS 😉 Mucha suerte y lo que necesites, aquí me tienes!
En general tienes razón. Pero la abogacía no es solo el despacho de abogados, sino también el jurista dentro de la empresa – “in house”.
Lo que del despacho propio, estoy de acuerdo que es siempre mejor que monte su propio negocia, que esperar 15 años para conseguir un puesto de socio. Sin embargo, es impossible montar su despacho inmediatamente sin una marca personal previa, sin una base de datos de clientes, sin una buena imagen del despacho y los mejores profesionales con muchos años de experiencia (nadie quiere arriesgar transfiriendo sus problemas al despacho desconocido pero con un buen marketing). El marketing en este caso tiene sentido mientras trabajando en el despacho internacional y formando su red de clientes como un paso principal antes de montar su empresa.
Ahí está Inga, sin marca, sin marketing… no llegarán oportunidades y por lo tanto no llegará la experiencia. ¿Podemos saber cuánta experiencia tiene un abogado que te atiende, por ejemplo, en Legalitas?