Que los consumidores somos irracionales no es una novedad, es algo que poco a poco estamos descubriendo con mayor certeza, puesto que para una gran número de decisiones de compra somos incapaces de justificarlas de manera racional. Hoy un caso de irracionalidad sublime: Merda d’artista.
Este singular proyecto creado en el año 1961 por el artista Piero Manzoni ha sido todo un icono a este concepto de irracionalidad que hoy en marketing defendemos y utilizamos para crear productos y servicios nuevos. La irracionalidad ha estado presente, lo está y lo seguirá estando en un mercado plagado de consumidores con hambre de novedades y de exclusividad.
El artista, cansado de ver auténticas excentricidades en el mundo del arte, decidió envasar su propia caca en latas de metal y sellarlas junto a la fecha y a una numeración propia que iba del número 1 al 90. Junto a esa numeración venía la descripción “Mierda de artista. Conservada al natural en mayo de 1961” en cuatro idiomas: italiano, inglés, francés y alemán. Las vendió al simbólico precio que marcaba el oro en ese día.
Si alguno lo está pensando, sí, esta obra fue la obra maestra del artista y todavía se siguen subastando algunas de las noventa latas que circular por el mundo. De hecho, la última de ellas se ha subastado hace unos días en Milán por, nada más y nada menos, que la increíble cifra de 275.000 euros por una lata de Merde d’artista. Recordad, caca de artista.
Por supuesto, todavía nadie ha hecho público si en la lata se conserva realmente los excrementos del artista o algo por el estilo, porque nadie en su sano juicio abriría esta reliquia de valor incalculable, ¿n0?
Sin lugar a dudas, si analizamos desde la perspectiva del marketing, observamos como una vez más la provocación suscita el interés y el deseo del consumidor. De ese modo se estimula el deseo de convertirnos en seres únicos y especiales, integrados en ese exclusivo círculo de poseedores de un producto único.
No se si genera envidia o no, pero “Merda d’artista” es un icono que nos demuestra la irracionalidad del consumidor en el mercado tan alocado como el nuestro. Buen provecho!
Foto: Kubidetik