Sin duda alguna, el mejor escarmiento para un ladrón de bicicletas es una sorpresa inesperada que le haga huir de manera inmediata. Este producto singular, SkunkLock, el candado para bici que apesta es una buena opción para ello.
SkunkLock es un nuevo candado para bicis que a más de uno le va a solucionar la vida, pero a otros le dará un enorme disgusto. Este sistema antirrobo no es convencional. Aparte de tener una óptima estructura a base de acero y carbono, posee un mecanismo de seguridad que se activa cuando alguien quiere manipular, cortar o abrir el candado de forma brusca.
Este mecanismo activa la salida de un compuesto químico único de desagradable olor que ahuyenta al ladrón de su labor. Es tan potente que a un gran porcentajes de las personas que lo inhalan les produces vómitos inmediatos.
Un producto único que combina la seguridad con la dispersión del acto del robo. Además, ese aspecto de sorpresa (desagradable sorpresa) es especialmente atractivo para el consumidor, puesto que a la hora de comprar este SkunkLock percibimos una doble sensación de seguridad:
- La parte funcional que aporta los materiales del compuesto y su propia estructura.
- El arma secreta que es invisible a un posible ladrón y que le alejará de su objetivo.
Debemos pensar que los análisis dicen que una bicicleta se puede robar en un tiempo entre 20 y 40 segundos, sea cual sea el candado, aún siendo uno de máxima calidad. De ahí nace SkunkLock, una manera distinta y eficaz de conseguir protección para las bicicletas en la ciudad. Un potente insight que ha propiciado este producto sorprendente.
Sin lugar a dudas, me quedo con ese aspecto de sorpresa que se ha integrado perfectamente en este candado que se comercializa en Estados Unidos y que muy pronto llegará a España. Si quieres conocer como funciona SkunkLock, mira este vídeo: