Como sabéis, me encanta la creatividad, la creatividad aplicada a marketing y sobre todo al desarrollo de nuevos productos y servicios que marquen la diferencia en el escenario empresarial actual. También podemos aplicarla a la parte de comunicación, que también es inmensamente importante, pero hoy, quiero que nos centremos en la innovación de productos.
Para ello, técnicas creativas como Gamestorming, de las cuáles ya hemos hablado en alguna ocasión, son tremendamente útiles y eficaces para llegar a un estado creativo distinto al que estamos acostumbrados y que nos provocan ideas geniales y diferentes.
Hoy os traigo una técnica de gamestorming que he utilizado recientemente. Es la última técnica de creatividad basada en juegos que he experimentado y que realmente tiene mucho potencial por descubrir y desarrollar. Cuando jugamos llevamos a nuestra mente a otros escenarios donde la creatividad se personifica en diferentes estados y los resultados hablarán por sí mismos. Os cuento esta técnica para que podáis ponerla en marcha:
Técnica de gamestorming “Los utensílios locos”:
Es realmente simple, con una dificultad de entendimiento muy baja y asequible en cualquier espacio de juego. Lo primero que tenemos que tener es una selección de utensilios variados: Véase herramientas de bricolaje, cacharros y utensilios de cocina, objetos del hogar o de uso cotidiano, etc.
Con una selección asequible (para grupos de trabajo de 5 personas, entre 8-12 objetos), colocar los objetos encima de la mesa, delante de todo el grupo y empezar a tocarlos, mirarlos, analizarlos. En una hoja de papel, el responsable del grupo anota todos los rasgos que les transmite cada objeto a los miembros del grupo.
Con ese listado de atributos, intentaremos dar solución al problema creativo que nos dio paso a jugar. Por ejemplo, de las últimas sesiones en las que he participado con mis alumnos surgió lo siguiente:
Teníamos que desarrollar un elemento que sirviera para transportarnos a través de la ciudad, y con uno de los objetos que teníamos, un palo selfie, y de su atributo flexible-plegable, surgió un tipo de bicicleta que pudiera plegarse y llevar fácilmente en una mochila.
Pensad que es la idea más virgen, la más creativa, que podrá tener validez o no, pero es el brote de algo muy potente que se puede desarrollar con mayor rigor. Una técnica sencilla que aporta soluciones potentes.