Muy probablemente el marketing de influencia se pueda considerar como una de las mayores revoluciones en marketing digital de los últimos tiempos. Su impacto tanto en marcas como en consumidores ha reorientado reglas y reorganizado maneras de trabajar en una industria que todavía tiene que terminar de poner sus bases.
Siendo una vía y alternativa más para trabajar un Branded Content con sentido estratégico y enfocado al público correcto, el marketing de influencia se destaca en la actualidad por ser una de las herramientas con mayor crecimiento en los últimos tiempos. En relativamente muy poco espacio se ha reinventado el clásico “boca oreja” haciéndose valer del potente altavoz digital y el deseo de marcas por conectar de forma diferente con su “target”.
Las marcas que participan de este sistema son variadas y los sectores muy dispares. Estilo de vida, alimentación, moda, niños, deportes, decoración… son algunas de las temáticas estrellas dentro de este pequeño universo de conexión entre marcas y personas, pero en realidad, podemos pensar que cualquier producto o servicio tendrá su espacio si se acompaña de una buena estrategia de marketing.
Sin una estudiada estrategia el marketing de influencia no funcionará.
Aunque parezca obvio, no debemos olvidarnos. A menudo las marcas se pueden dejar llevar por tendencias y por las acciones de “marcas vecinas” que lleven a tambalear los pilares estratégicos y la filosofía de la propia entidad. Una de las principales cuestiones dentro del marketing de influencia es la de establecer una vía de creación de contenido distinta, que sirva para conectar con la audiencia objetivo, pero que respete la visión estratégica de la marca.
No solo se trata de tener una red de “influencers” con los que colaborar en campañas puntuales, si no que éstos estén totalmente alineados en valores para ser realmente auténticos “embajadores de marca”. Cada vez más se encuentran “influencers” con un propósito marcado y con las ideas muy claras sobre con qué marcas colaborar y con cuáles no. Estos son denominados como “influencers conscientes” y suponen uno de los movimientos más recientes y de tendencia en el sector.
Esto, por supuesto, ayuda a regular las relaciones entre marcas e “influencers” de manera que no valga todo, es decir, no se debe caer en el error de fijar como valores más importantes el número de seguidores o alcance, si no en cuántos puntos de contacto hay conexión entre el perfil y la marca.
¿Qué aspectos son clave para establecer un marketing de influencia exitoso?
1. Buscar relaciones a largo plazo
El marketing de influencia se trata de relaciones personales. La audiencia sigue a una persona porque le aporta credibilidad, seguridad y le genera empatía. Por eso, este tipo de estrategias debe centrarse en la colaboración a largo plazo más que en la ejecución de campañas. Esto conseguirá un vínculo mucho más estrecho, que perdure en el tiempo y genere un recuerdo mucho más vivo en la mente de los usuarios.
2. Crear tu propia comunidad
Hay que evitar caer en tendencias o modas momentáneas. Se debe buscar y planificar muy delicadamente cada uno de los perfiles de “infuencers” con los cuáles llegar a trabajar. No dejarse llevar por el tirón de la actualidad, si no crear tu propia comunidad y trabajar a medio plazo, teniendo muy en cuenta a perfiles más pequeños o nacientes como los denominamos “micro-influencers”.
3. Adapta los mensajes a cada perfil
Al igual que cada red social dispone de su mensaje, su tono, sus herramientas… cada perfil dentro del marketing de influencia debe jugar un papel distinto sean cuáles sean sus puntos fuertes. Se debe generar un enfoque particular para cada uno, atendiendo a la manera de comunicar, expresión, momento de la audiencia, etc.
4. Co-creación de contenidos
Los perfiles de “influencers” se han creado a ellos mismos, y lo han hecho a base de trabajo y creación de contenido, que sigua así. No se debe imponer ningún mensaje o ninguna forma de actuar, si no que es preferible trabajar de forma conjunta para co-crear una manera de hacer entre ambos para conseguir un resultado mucho más natural y enriquecido.
5. La palabra clave: confianza
Las relaciones que enmarcan el marketing de influencia se han creado y consolidado gracias a la confianza. Ha sido así desde el principio, así se hizo y así se deberá hacer. Tiene que ser la palabra clave, no olvidarla, porque si en algún momento se pierde, la audiencia responderá y reparar la falta de confianza es tremendamente complicado.
El marketing digital es una disciplina en constante evolución que necesita de profesionales capacitados para la toma de decisiones ágiles y enfocadas a la vida real.
Foto: UN