El acceso a la información que hoy tenemos a nuestro alcance es prácticamente ilimitado. Mucho de lo que encontramos puede nutrirnos en nuestro aprendizaje, pero mucho otro no, por lo que es esencial contar con estrategias efectivas para gestionar el conocimiento. ¿Has oído hablar de los Entornos Personales de Aprendizaje (EPA)? Son un concepto clave en educación y desarrollo profesional. En el artículo de hoy quiero hablarte de qué son los EPA, cómo funciona y, por supuesto, algún ejemplo concreto y pautas para diseñar el tuyo de manera eficaz.
¿Qué es un Entorno Personal de Aprendizaje (EPA)?
Un Entorno Personal de Aprendizaje (EPA) es el conjunto de herramientas, recursos y estrategias que una persona utiliza para gestionar su aprendizaje de manera autónoma. Es decir, de manera personal y no reglada. Esto incluye tanto fuentes de información (blogs, redes sociales, podcasts, videos, webinars…) como herramientas digitales que facilitan la organización y el intercambio de conocimientos (Google Drive, Evernote, Trello, LinkedIn, etc.).
El concepto de EPA se basa en la idea de que el aprendizaje no está limitado a entornos formales como escuelas o universidades, sino que ocurre constantemente a través de diversas interacciones con la información y con otras personas.
Esto, sin duda, es así gracias a la digitalización y al acceso a Internet como no puede ser de otra manera, pero hay que tener muy presente que la educación reglada es de vital importancia. Los dos mundos se une para que el conocimiento pueda seguir su camino constante y fortalecer el pensamiento y la ideación de las personas. Una buena formación académica se complementa con una buena estrategia EPA de manera constante.
Características de un EPA
- Personalizado: Se adapta a los intereses, necesidades y objetivos de cada persona.
- Digital y analógico: Puede incluir tanto herramientas digitales como métodos tradicionales de aprendizaje… imagina acudir a cafés donde intercambiar opiniones sobre algún tema.
- Dinámico: Evoluciona con el tiempo según el crecimiento personal y profesional del usuario.
- Conectado: Facilita la interacción con entornos de aprendizaje y redes de expertos.
- Autogestionado: La persona decide qué, cómo y cuándo aprender.
Ejemplo de un Entorno Personal de Aprendizaje
Como hacemos a menudo en el aula cuando hablamos de marketing y construimos un buyer persona… Imaginemos a Laura, una especialista en marketing digital que quiere mantenerse actualizada en tendencias y herramientas. Su EPA podría estar compuesto por:
- Fuentes de información: Blogs como HubSpot, Rethink by ESIC y Think With Google, o por supuesto, como este 🙂
- Redes sociales: Sigue a expertos en LinkedIn y participa en directos de Instagram sobre marketing digital.
- Herramientas digitales: Usa Feedly para organizar sus lecturas, Notion para tomar notas y Hootsuite para gestionar sus redes.
- Aprendizaje estructurado: Se inscribe en cursos online de ESIC, asiste a masterclass y visualizada vídeos TedX, además de inscribirse en webinars de empresas líderes.
- Práctica y experimentación: Aplica lo aprendido en proyectos personales y profesionales.
- Interacción y colaboración: Participa en foros, asiste a eventos y hace networking con otros profesionales.
Gracias a su EPA, Laura gestiona su aprendizaje de manera eficiente, se mantiene actualizada y mejora continuamente sus habilidades.
¿Cómo crear un Entorno Personal de Aprendizaje?
Construir un EPA efectivo requiere planificación y selección de recursos adecuados. No siempre vamos a acertar a la primera, ni tan siquiera vamos a tener todos los aspectos cubiertos a la vez. El proceso es paulatino, progresivo y de prueba y error. A continuación, te dejo algunas pautas que a mí me funcionan:
1. Define tus objetivos de aprendizaje
Antes de seleccionar herramientas y fuentes, reflexiona sobre qué deseas aprender. Hazlo de manera profunda, crítica, no tengas miedo en invertir tiempo. ¿Quieres mejorar tus habilidades técnicas? ¿Mantenerte al día en tu sector? ¿Explorar nuevas áreas de conocimiento?
2. Selecciona tus fuentes de información
Elige recursos de confianza (extremadamente importante) y relevantes para tus intereses. Algunas opciones incluyen:
- Blogs y revistas especializadas.
- Podcasts y videos educativos.
- Libros y artículos académicos.
- Redes sociales profesionales.
3. Utiliza herramientas para organizar y gestionar el conocimiento
Para optimizar el aprendizaje, es importante almacenar y estructurar la información de manera efectiva:
- Feedly o Pocket: Para guardar artículos.
- Notion, Evernote o OneNote: Para tomar notas y crear bases de datos.
- Trello o Asana: Para planificar el aprendizaje por objetivos.
4. Participa en comunidades de aprendizaje
El aprendizaje colaborativo es clave. Interactúa con otros profesionales a través de:
- Grupos de Facebook (si aún lo usas) o LinkedIn.
- Foros especializados como Quora o Reddit.
- Eventos presenciales y webinars.
5. Crea contenido y comparte tu aprendizaje
La mejor manera de consolidar el conocimiento es enseñándolo. Comparte lo que aprendes mediante:
- Artículos en un blog personal.
- Publicaciones en redes sociales.
- Videos en YouTube o TikTok.
6. Evalúa y ajusta tu EPA de manera periódica
Tu EPA debe evolucionar según tus necesidades y objetivos. Revisa periódicamente:
- ¿Siguen siendo útiles las fuentes que usas?
- ¿Las herramientas que empleas son efectivas?
- ¿Estás alcanzando tus objetivos de aprendizaje?
Los Entornos Personales de Aprendizaje son una estrategia muy potente para gestionar el conocimiento de una forma individual y personal. La información no es que cambie rápidamente es que evoluciona constantemente, por eso contar con un EPA bien estructurado te permitirá mantenerte actualizado, mejorar tus habilidades y potenciar tu desarrollo profesional.