No existe nada más aleatorio y que genere una subida de adrenalina frenética como una sorpresa. Un micromomento, unos segundos donde no controlamos nuestro cuerpo y mente debido a una fuerte emoción que no esperábamos. Pero valga la paradoja, ha sido influenciada por un tercero.
Un estímulo lanzado por una marca puede generarnos infinidad de emociones, gratas o no tan gratas, pero una sorpresa es algo inmediato, sin previo aviso y que perdurará en nuestro recuerdo de manera especial. Aguantará ahí con nosotros, y seguramente asociado a la referencia que estuvo detrás de esa sorpresa.
¿Acaso no recuerdas ese regalo especial que te hicieron el día de tu graduación? ¿O de tu boda? ¿Recuerdas el qué y el quién? Eso es a lo que me refiero, algo que no esperamos y que nos impacta fuertemente genera una marca en nosotros que perdurará por tiempo.
La sorpresa en marketing la tenemos que visualizar y trabajar desde dos aspectos clave, con los cuales jugaremos para llegar a un índice más profundo o menos en nuestra acción:
- El nivel de emoción al que queremos llegar. Algo muy personal, muy íntimo, o algo más superficial.
- La fuerza del resultado. Algo grandioso, de alto valor, o simplemente algo más liviano.
Cuando conjugamos esas dos variables, podemos plantear estrategias y acciones que generen esa sorpresa en el consumidor y que impactará de manera diferente a lo convencional. Estoy seguro.
Esta sorpresa, ese breve estado emocional que resulta de un evento inesperado, lo podremos conseguir de diferentes formas. No olvidar que en la técnica de marketing emocional debe de estar muy presente la maravillosa creatividad:
- Juega con lo no convencional. ¿Sabes qué espera tu cliente, tu consumidor? Dale la vuelta.
- Cambia las reglas del uso o del juego sin previo aviso
- Lleva a tu cliente de manera diferente, hoy tenemos muchos medios para ello. Utiliza un breve vídeo.
- El dinero es importante, pero si le demuestras a tu cliente que no lo es, que lo importante es él, la sorpresa estará asegurada.
Quédate con este concepto, aplícalo con creatividad y con sentido común en tus estrategias de marketing. Sorprenderás y te sorprenderás tu también.