La generación de ideas y la implantación de nuevas estrategias es compleja si se parte de cero. Se necesitan estímulos para generar nuevos procesos y, a menudo, éstos provienen de la investigación y la observación del entorno competitivo. El benchmarking es la estrategia perfecta para ello y en este post te cuento más sobre ello.
Entre los diferentes modelos que existen, se debe escoger la táctica más adecuada para las necesidades específicas. El benchmarketing nos ayuda a conocer aspectos clave de competidores o empresas relacionadas que servirán para analizar y tomar inspiración propia. No se trata de copiar y pegar, se trata de estimular para crear e innovar, siempre adaptando a la originalidad de la organización.
Así, y de este modo, existen distintas estrategias de benchmarketing, entre las que destacan:
Benchmarking Competitivo
Directamente con el foco puesto en las técnicas concretas que desarrollan competidores directos. Se pueden observar acciones concretas, tono y mensaje en canales digitales, datos oficiales de crecimiento, etc.
Benchmarking Funcional
Es muy eficaz e inspirador analizar otro tipo de marcas y empresas que no sean competencia directa. En este sentido se pueden investigar empresas que no son del mismo segmento, pero que pueden ser inspiradoras de insights e indicios que aporten valor a la toma de decisiones. Por ejemplo, para una tienda de ropa, sería interesante validar lo que se está haciendo en tiendas de belleza y cuidado personal.
Benchmarking Internacional
Las tendencias a menudo llegan del entorno internacional. De esta manera, esta línea plantea analizar aquellas empresas internacionales que puedan adelantar novedades que están por llegar y así estar preparados e incluso ser pioneros.
Benchmarking Genérico
Es uno de los tipos de benchmarking más concretos. Se trata de analizar un proceso concreto de una empresa concreta que sabemos que tiene un buen funcionamiento. Por ejemplo, si analizamos el desarrollo de nuevos productos de una industria de juguetes, esto nos puede valer para implementarlo en una de productos de decoración.
5 pasos para hacer un benchmarking perfecto
1- La elección de los competidores es clave
Para ello, conocer el mercado nos ayuda y distinguir a aquellas marcas que lideran al igual que identificar aquellas otras que marcan tendencia o son las más innovadoras. Aquí, definir el mismo criterio para todas nos dará un filtrado de información relevante del cual fijarnos.
2- Definir los objetivos de la investigación
Aunque se pueden tener distintos enfoques y objetivos, el benchmarking debe estar guiado y pautado. ¿Qué se busca? Entender mejor la comunicación de una empresa o sector, las estrategias de ventas, el tono de los mensajes… lo que sea, se debe definir de forma clara y concisa.
3- Recopilar datos
Los datos se pueden recopilar de infinidad de fuentes. Para ello ayuda tener ese objetivo claro, de ese modo se podrá saber por donde empezar. Dinámicas como focus group, investigación cuantitativa, investigación digital, visitas con cliente misterioso… serán de gran ayuda.
4- Comparación de datos
En este punto se trata de cribar la información recopilada. Se debe separar aquello que importa con aquello que es menos relevante. La herramienta de ecualizar de marca sirve para mostrar dónde está cada empresa en el momento actual y donde nos gustaría movernos en un futuro próximo.
5. Qué es positivo y qué es negativo
Solamente queda construir un informa con puntos positivos y negativos donde se recojan todos aquellos insights e indicios que puedan aportar ideas. La toma de decisiones será mucho más enriquecedora con toda esta información.