Por mucho que queramos guiar las acciones y decisiones de compra, el consumidor es totalmente soberano. Mediante sus acciones puede dar alas a una marca o por el contrario ralentizar su crecimiento, de eso trata el siguiente post a través de los términos “buycott” y boicot.
A finales de los años 80 se acuña la conocida palabra boicot en Irlanda, cuanto un administrador de tierras se negaba a bajar el precio de los arrendamientos para que los agricultores pudieran obtener mejores resultados. Eso llevó a una manifestación pacífica y a un acuerdo con comercios locales para no trabajar con él. El periódico The Times utilizó el juego con el apellido del empresario Charles Boycott para nombrar a esta genuina acción.
“Boycott”, en castellano boicot, se convirtió así en una manera de actuar ante una situación indeseada como medida de presión para conseguir los objetivos que una gran masa de individuos desea. Esto ha llegado hasta nuestros días, y además, ha regenerado en nuevos conceptos como lo es la palabra “buycott”.
“Buycott” y boicot, los términos del consumo consciente
Ya no se trata de dejar de comprar cualquier producto o servicio de una marca determinada, si no de apoyar a las compañías que producen de manera correcta. El consumo consciente ha relanzado el término “buycott” como una manera de comprar alineada a valores sociales, medioambientales y éticos.
En el entorno VUCA que vivimos en la actualidad ya no vale todo. Cada día está más penalizado lanzar al mercado productos y servicios que no estén alineados con los valores que marca la sociedad, sino que los que sí lo están ven su actividad con mayor apoyo social.
Se trata de visualizar las nuevas conductas de consumidores pertenecientes a nuevas generaciones y nuevos estilos de vida. Estos perfiles buscan y premian la calidad, el origen, el respeto por el entorno y por las personas por delante de variables como marcas, precios o accesibilidad.
Un activismo de consumo que se da en el día a día y que las marcas deben seguir muy cerca. El nuevo consumidor tiene necesidades y deseos distintos y está equipado con herramientas como esta manera de hacer llamada “buycott” a su alcance. La decisión es clara, ser responsables y apoyar un consumo consciente.