Vivimos un tiempo donde la comunicación se ha equipado con la posibilidad de poder hablar de manera clara y directa en sus mensajes publicitarios. Las estrategias de marketing de hoy pueden ser agresivas, disruptivas y revolucionarias, siempre que se cumplan dos requisitos: que el público objetivo receptor del mensaje esté preparado para asumir un impacto que le genere sorpresa y que la marca que proyecte el mensaje tenga una identidad y filosofía adecuada a ese tipo de mensaje.
Es decir, para una gran mayoría de grandes marcas, convencionales y mundialmente conocidas, es complicado romper tabús y “arriesgarse” a mostrarse demasiado atrevidas. Esto es debido a que suelen estar construidas por perfiles de consumidores muy dispersos, los cuales no acogerán el mensaje de la misma forma. Por otro lado, nuevas marcas, más pequeñas y nacidas contemporáneamente a las nuevas tendencias tienen mucha más facilidad para mostrarse de una manera abierta, natural y alienada con las nuevas formas de comunicar.
Ejemplos como Netflix son todo un estandarte a la hora de eliminar tabús y llevar a cabo una comunicación sin complejos. Conocidas son las campañas donde se habla de drogas (Narcos), sexo (Sex Education), política (Fe de Etarra), etc. Son generadoras de altísimo debate en boca de casi todo el mundo, pero que terminan consiguiendo su objetivo: que se hable de ellos. Atreverse a hablar sin filtros todavía tiene su impacto, pero cada vez se está convirtiendo en algo más común, eso sí, en marcas que puedan hacerlo. Esto es denominado Shock Advertising.
Comunicar realidades o falsear la realidad
La apertura cultural, la globalización y sobre todo la expansión de internet ha influido de forma radical en el comportamiento de las personas, y por extensión, en el comportamiento de los consumidores. Como consumidores queremos que nos hablen claro, sin trampas, sin engaños, por eso, la tendencia avanza hacia la naturalización de los conceptos.
Ya no solo en temas relacionados con la higiene y la salud. También lo vemos entorno a temáticas como las relacionadas con el medio ambiente, el cambio climático y los daños a los océanos. El mundo va caminando hacia la acción, y si los mensajes marketinianos y publicitarios se construyen mediante vendas, el efecto movilizador no se producirá. La extensión es la misma, se llame “mujer”, “diversidad sexual” o “cambio climático”.
La sexualidad se ha democratizado
La explosión de la libertad ha llegado de mano de la nueva generación y lo está haciendo de manera vertiginosa. Realmente es algo muy positivo, puesto que abre una perspectiva amplísima para realizar cualquier tipo de planteamiento.
Por ejemplo, programas de televisión, cuidado de TV, no hablo de redes sociales o internet, como First Date están haciendo una labor grandísima. Estos están dando altavoz a cualquier tipo de sexualidad que se pueda dar en nuestros días. Esto hace un gran favor a la cultura de los ciudadanos y provoca que las marcas se contagien de ello y se sumen a construir mensajes diversos.
También hay que destacar todos los mensajes relacionados con la salud mental, antes siempre acallada, pero desde hace meses se está convirtiendo en algo de lo que hablar. Gracias al impacto y la iniciativa de deportistas y celebrities ahora ya marcas como AXE y DOVE se adentran en este tipo de conceptos.
Como decía, la apertura cultural influye de manera directa en la sociedad de consumo. Por ende, en la comunicación de las marcas que forman ese ecosistema. Por ejemplo, marcas tan innovadoras como TIMPERS, la marca de sneakers diseñadas por ciegos, que ponen de manifiesto algo tan potente como la igualdad de oportunidades sean cuáles sean las capacidades.
¿Se pueden romper tabúes en cualquier tipo de medio?
En un primer momento podemos pensar en internet. Sin duda es un canal donde los límites no están definidos y dentro del ruido que se genera a diario, aquél que sobresalga con un mensaje creativo, innovador y disruptivo puede ser recordado. Sin embargo, en estos tiempos vemos como grandes formatos físicos, como las vallas de céntricas calles acaparan toda la atención de impactos atrevidos.
El nombrado Netflix, Coca Cola, UBER… han ido protagonizando momentos de gloria gracias a sus mensajes atrevidos, libres de prejuicios que llaman la atención del consumidor. Eso sí, son “viralizados” gracias al poder de internet, si no, no sería posible ese impacto tan grande.
