En la última década hemos sufrido cambios demográficos importantes que ya venían anunciando una vuelta de tuerca al mapa de consumidores que tenemos a nuestra disposición. Las personas mayores, seniors, han ido adquiriendo mayor peso en las pirámides de población, cosa que desde marketing no debemos perder de vista.
Cuando suceden este tipo de cambios demográficos podemos actuar de diferentes formas dentro de la estrategia de la empresa o marca. Incentivar más el uso de producto para compensar la falta de consumidores, buscar nuevos usos para nuestro producto o incluso encontrar un nuevo público para nuestro producto.
Miremos los ejemplos de adaptación de videoconsolas que ahora son usadas por nietos y abuelos o la ya conocidísima bebida con L-casei. Son ejemplos de adaptabilidad. Si en un principio esos productos están diseñados para el público más joven, y ante el decrecimiento de niños en la sociedad, estos productos son readaptados a un público que abunda más. El público senior.
Pero este tipo de reordenación no son más que soluciones a corto plazo. El entorno nos manda señales inequívocas que desde marketing debemos saber leer y entender. El público senior cada vez llega a esta etapa de la vida con mayor energía y con ganas de hacer cosas. Sentirse vivo.
Ni que decir tiene que nuestros mayores no son los mismos que hace 30 años. El estilo de vida senior ha cambiado. Ha evolucionado.
Por eso es que desde las marcas debemos plantear un mix de estrategias de marketing acordes a los nuevos retos que presenta este nuevo consumidor.
Estrategias de producto: Los nuevos productos y servicios no son despreciados por el público senior. Tienen buena actitud ante la innovación, pero hay que ser muy cuidadoso en la forma de presentación y la manera de explicarla. Pensad que estas personas adquirieron sus hábitos de conducta como consumidores entre los 15 y 25 años.
Estrategias de precio: Las personas mayores identifican los productos con mayor precio como productos de mayor seguridad y calidad. Hoy en día la dificultad de identificar precios en lineales de compra supone un reto para estas personas, por lo que las marcas dirigidas a este tipo de público deberán asegurarse que sus precios estén bien visibles.
Estrategias de distribución: Superficies cercanas a sus domicilios, que no presenten barreras arquitectónicas ni dificultades de acceso, próximos a líneas de transporte, asistencia personalizada, etc. ayudarán a una mejor relación entre este público y las marcas.
Estrategias de comunicación: Espacios como Internet y/o Redes Sociales todavía no tienen un calado muy profundo en este estilo de vida, pero sí se están dando cada vez más avances considerables que llegarán muy pronto para quedarse. Por otro lado elementos como prensa escrita, radio o televisión sirven como instrumentos de socialización con el entorno, por lo que están muy presentes en su vida cotidiana.
No olvidemos que estas personas han cambiado, que buscan otro tipo de estímulos que les provoquen emociones que los hagan sentir vivos, sentir importantes y activos. No son los mismos que hace unas décadas. No lo olvides.