Espero que no estéis leyendo este post hoy por las mismas razones que me llevaron a mi a escribirlo. Así es, el hastío me trajo la creatividad de escribir sobre una idea que creo muy potente para desarrollar y llevar a cabo en marketing. El aburrimiento.
¿Habéis penado alguna vez sobre cómo podría influir el aburrimiento en marketing? Hay muchos momentos de aburrimiento que podemos aprovechar desde las marcas para estar presentes en la mente del consumidor. Realmente es algo muy potente.
Podemos llegar desde la provocación del aburrimiento, la calma del aburrimiento y hasta la eliminación del mismo. Actuar en el proceso del aburrimiento o incentivar la salida de él. Diseñar productos o servicios para esos micromomentos o identificar cuándo nuestro consumidor está inmerso en este estado y desarrollar estrategias para captar su atención y posible compra.
¿Será igual una compra cuando estamos aburridos de algo o de alguien que cuando no? Pues eso.
El aburrimiento es un estado de incomodidad. No es igual aburrirnos solos, que aburrirnos en pareja. Deberemos de ofrecer cosas diferentes. Dicen que hay diferentes formas de aburrirse y hoy el aburrimiento que poseemos es precisamente ese: El aburrimiento de poseer.
Jose Antonio Marina, filósofo y escritor, dice que la cultura del zapping nos vuelve adictos a los estímulos continuos. Y es así, el aburrimiento es una carencia de estímulos externos que nos distraigan y nos lleven a un estado de diversión.
Juegos, lecturas, manualidades que sosieguen el aburrimiento temporal; nuevos productos que calmen el aburrimiento de ver o utilizar siempre lo mismo; plataformas de citas que nos liberen del aburrimiento de nuestra pareja… Quién sabe!!
La importancia de los estímulos en marketing, que muchas veces hemos hablado aquí, es vital para generar una emoción y atención en nuestro consumidor. La velocidad fugaz de nuestra atención hacia algo o alguien cada vez es más rápida y debemos de saberlo desde las marcas. El aburrimiento es hoy para marketing un factor que debería estar siempre presente a la hora de diseñar estrategias. Es una parte del estudio del comportamiento del consumidor.
Dicen que los dioses crearon el universo porque estaban aburridos. Quizás el estado de aburrimiento sea la antesala de la creatividad. De una manera u otra, desde las marcas tenemos un reto importante: Alimentar o deshacernos del aburrimiento. ¿Qué pensáis?