Para las marcas y para marketing el estudio de la sociedad y sobre todo del comportamiento del consumidor es un trabajo en el que se debe primar, al tiempo y al esfuerzo. Debemos conocer qué pasa en el mundo, qué pasa en las ciudades, qué pasa en los principales núcleos de tendencia mundial.
Desde España nos solemos fijar en grandes plazas como pueden ser Londres, París, Berlín o Nueva York. Lugares donde las novedades se convierten en tendencias y llegan a nosotros (España) en forma de modas que adoptamos como consumidores, y donde nuestras marcas aprovechan el momento (o no).
Es importante puesto que la estructura de la sociedad, la estructura de la ciudad, marcará el comportamiento de los consumidores y las marcas deberán desarrollar sus estrategias de marketing y posterior comunicación en relación a estos puzzles sociales.
Las marcas tienen que ser un eslabón más de la sociedad actual, y por supuesto, cambiar cuando ésta cambie. Pues bien…
En la continua búsqueda de insights y observación del entorno nos damos cuenta que están sucediendo movimientos en los grandes núcleos, como por ejemplo en Nueva York, más en concreto en Brooklyn. Aquí, las familias tradicionales y “autóctonas” cada vez más se ven en la tesitura de desplazarse a otros barrios más periféricos, debido a la llegada de otros estilos de vida al barrio, que se instalan y forman una cultura diferente, un consumo diferente.
La reciente llegada de una nueva tribu urbana a este barrio, como son los hipsters (poder adquisitivo más alto), está suponiendo que los alquileres suban y que el barrio se convierta en un espacio diferente. Lleno de cafeterías minimalistas y con encanto, galerías, tiendas de nutrición macrobiótica, panaderías ecológicas, etc… desplazando a los habitantes tradicionales, puesto que no son capaces de pagar los alquileres cada vez más ascendentes.
A este fenómeno se le llama “gentrificación“.
Wikipedia: Gentrificación (del inglés, gentrification) es un proceso de transformación urbana en el que la población original de un sector o barrio deteriorado y paupérrimo es progresivamente desplazada por otra de un mayor nivel adquisitivo a la vez que se renueva.
Es un movimiento natural, la llegada de estos nuevos habitantes, atraídos por los precios bajos y el olor a cultura vibrante, en un barrio con carácter, hace que los propietarios lo huelan y suban los alquileres, consiguiendo hacer hueco para este nuevo estilo de vida que llega iluminando con la luz de sus Mac.
Este fenómeno, la gentrificación, tiene su propio lenguaje y su propia comunicación. Un músculo de marketing que consigue poner en valor cualquier producto tradicional y venderlo por el doble o triple de su precio.
Esto que ahora está pasando en Brooklyn, también pasó a su manera en el Chueca madrileño de los años ochenta, y seguirá pasando. Allí fueron los GLTB (Gays, Lesbianas, Transexuales, Bisexuales), aquí son los hipsters.
Nosotros, los markeretos, tenemos que ser conscientes de lo que está pasando en la sociedad, de todos estos movimientos, para poder reaccionar a tiempo bajo el rol de nuestras marcas.
Aquí reside el éxito, la captura de insights y la rápida adaptabilidad.
Foto: traveler.es &