Si algo hemos aprendido en el tiempo de uso de nuevas tecnologías de la información y comunicación es su creación de dependencia. Estamos cautivos, en mayor o menor medida, de las constantes alertas, notificaciones, peticiones de atención por parte de las herramientas que conectan con el mundo. La concentración está dañada por la distracción digital y eso se está pagando en la pérdida de productividad.
Este mismo que escribe lo está viviendo en estos momentos. Mientras redacto este artículo tengo abierto WhatsApp Web, dos gestores de correo electrónico y LinkedIn. Nada más y nada menos. De manera consciente o inconsciente todas estas herramientas que nos facilitan la vida también nos la empeoran en algunos aspectos. Somos menos productivos y somos responsables de eso.
El modo monje (Monk Mode) es un método que ya se popularizó hace unos años entre altos directos y CEO’s de diferentes empresas para contrarrestar todo esto. Ahora ha vuelto a la actualidad de la red social y nos deja una manera de convivir con la tecnología realmente interesante.
¿En qué consiste el modo monje?
Un segundo, he consultado una notificación de LinkedIn, nada importante, pero me ha interrumpido la escritura. ¡Ahora que había cogido un buen ritmo! En fin, sigamos…
El modo Monje es un enfoque de la productividad inspirado en el disciplinado estilo de vida de los monjes. Sus orígenes se remontan a la vida monástica retirada, en la que los monjes se dedican a la reflexión profunda, la meditación y el estudio. En el acelerado mundo actual, el modo monje se ha adaptado como estrategia para ayudar a las personas a recuperar la concentración y la claridad mental en medio de las constantes distracciones.
Busca encontrar un aislamiento, tranquilidad y concentración exclusiva en la tarea presente que se está desarrollando. Aakash Shah habla de ello en un reciente artículo de la revista Fast Company:
Sus defensores sostienen que, al canalizar los mismos principios que han guiado a los monjes de distintas religiones durante siglos -conciencia plena, minimalismo y dedicación al trabajo con un propósito-, el modo monje permite a las personas liberarse del ruido digital y redescubrir su capacidad para concentrarse en lo que realmente importa. Sus partidarios afirman que es un enfoque transformador que anima a las personas a alejarse del caos de la vida moderna y cultivar una relación más significativa con su trabajo y consigo mismas.
Aakash Shah, revista Fast Company
El modo monje consiste en comprometerse con un objetivo sin distracciones, comprometerse con uno mismo. Se trata de permitirse ignorar todo lo que no sea la tarea que ha decidido perseguir con toda su atención.
¿Cómo puedo aplicar el modo monje en mi día a día?
Los expertos y defensores de este método hacen especial intención el foco. Focalizar en la tarea es de vital importancia para concentrar la atención. Por eso, las denominadas como “mañana monacales” son una actividad esencial para conseguir llevar a cabo el modo monje.
Se trata de eliminar distracciones y arrancar el día con una consciencia máxima de lo que haces, controlando tú mismo tus acciones. La energía de primera hora es especial, está totalmente repleta y se puede utilizar para abordar las tareas importantes. Abrazar la serenidad de la mañana y trabajar en profundidad, sin interrupciones, sin mensajes, sin llamadas, sin nada que nos distraiga.
Es un gran momento para avanzar y obtener los frutos de terminar tareas importantes desde primera hora del día.
Aunque, suena muy bonito, para muchas personas parece imposible por sus circunstancias, pero intentando alguno de estos consejos, se puede conseguir. Aplica estos puntos:
- Bloquea tiempo de la agenda para tener cero interrupciones
- Tu espacio de trabajo debe estar limpio y despejado de cosas innecesarias
- Utiliza auriculares reductores de ruido. (Te comparto enlace al post sobre Loop y Flare)
- Establece un compromiso contigo mismo para no revisar las notificaciones
- Utiliza un temporizador y silencia el teléfono y todas las plataformas
Foto de Quinten de Graaf en Unsplash