Controlamos las nuevas tecnologías, sabemos que pasa en el día a día, estamos conectados con el universo de la información instantánea y creemos que lo sabemos todo.
Creemos que la gran oportunidad que nos brinda Internet nos hace ser super sabios y “sabelotodos”, y muchas veces vemos a nuestros mayores dentro de esa brecha digital, lo que nos hace no valorar el conocimiento de la experiencia vivida.
Una experiencia vale más que mil clases. La experiencia te hace vivir en tus propias carnes la vida. La experiencia te hace mayor. La experiencia te hace crecer. La experiencia es un grado.
Con estas líneas sólo quiero que nos demos cuenta de la importancia que tienen nuestros mayores en sus carnes, su sabiduría de mil y una cosas que nosotros ya no controlamos.
Digo que son cosas que ya no controlamos porque es verdad. No le hablemos a nuestros mayores de un sitio web, de whatsapp, de google o de mil y un avances tecnológicos, pero todo no es tecnología, ¿a que no?
La vida, el mundo, la naturaleza, la experiencia de la vida… Ellos nos pueden enseñar cantidad de cosas que nos harán crecer como personas en un mundo en el que cada vez perdemos más valores.
Nuestros mayores albergan enormes bibliotecas que no debemos dejar escapar y evaporar por culpa de nuestro ego tecnológico. No lo dejemos perder, sería el mayor error de nuestras vidas.
Y solo quiero despedirme de vosotros en este día de Navidad con una experiencia que me ha llegado a estar escribiendo estas líneas.
El pasado sábado me encontraba con una persona mayor, la cuál no conocía previamente, pero coincidimos e intercambiamos alguna palabras al aire libre. Me dijo, “mira, ¿ves esa niebla allá en la montaña? Eso es lluvia, pero no para hoy, caerá el martes y miércoles”
Yo me quedé pensándolo y no sé si me la estaba colando o era verdad. Pero fuera lo que fuese, el lunes estaban anunciando una “ciclogénesis explosiva” en todos los medios para martes y miércoles.
Cierto, ha llovido, y bien, estos días. Aquél hombre no lo llamó “ciclogénesis explosiva” pero acertó con cuatro días de antelación. Acierto o casualidad, nuestros mayores guardan mucho. Escucha a tus mayores.
Tú, ¿lo vas a aprovechar?
Foto: madatoms.com