Una de las maneras para llegar a captar la oportunidad de crear una innovación que aporte novedad al mercado es identificar hábitos de comportamiento en los consumidores. Hoy os traigo un caso que ejemplifica esto: iPress, la percha que plancha.
Existe una tarea que es odiada por muchos, y amada por otros (aunque sean los menos), y que es realmente susceptible de ser sustituida por algún producto que cumpla ese objetivo: hablamos de planchar.
Si analizamos algunas variables propias de esta actividad y del comportamiento del consumidor, observamos que planchar roba demasiado tiempo a un usuario que realmente en su actividad diaria no lo tiene. Por otro lado la plancha daña a medio plazo los tejidos de las prendas y supone un coste adicional al consumo del hogar.
Desde la perspectiva de marketing, estas tres variables son un punto de partida sólido para el desarrollo de un nuevo producto que sea sustitutivo a la actividad de planchar y a la vez innovador. El reto lo ha recogido iPress, la percha que plancha, funcionando de la siguiente manera:
Esta innovadora percha consigue planchar la ropa bajo el concepto de hidratación y tensión. Está compuesta por un sistema de varillas que tensa la ropa tras ser hidratada con un pulverizador de agua muy fina. Su funcionamiento es sencillo y asequible a todo el mundo, en contraposición a su contrincante más cercano, la plancha.
Como podéis comprobar este nuevo producto se basa en minimizar sensaciones negativas del usuario ante actividades diarias. Conseguir invertir algo negativo en positivo e implementarlo en nuestro producto o servicio nos dará pie a un resultado óptimo.
Nos guste más o nos guste menos, esta nueva percha iPress está desarrollada desde la investigación del comportamiento del consumidor objetivo, analizada y convertida en un innovador producto.
Me encanta este tipo de productos, la promesa de marca “la percha que plancha” me parece genial aunque su naming me gustaría justificarlo un poco más. Así funciona iPress: