Bajo el gran abanico de la innovación podemos encontrar estímulos creativos en todos los ámbitos y sectores que nos podamos imaginar. Solo hace falta esa interesante parte, la imaginación, además de un enfoque de mercado que sea claro, conciso y bajo los acertados y adecuados parámetros de marketing.
Hoy os traigo un ejemplo de los que más me gustan. Casos reales donde una marca se atreve a hacer diferente y apostar por llevar al mercado una novedad que llame la atención de sus consumidores. En este caso os hablo de la reciente cerveza JoyBräu, presentada en la FIBO, la exposición fitness más grande el mundo, donde ha logrado llevarse algunos de los premios de esta edición a la innovación dentro del sector.
La bebida JoyBräu es un concentrado proteínico de 21 gramos por botella que además es una cerveza sin alcohol… que sabe a cerveza y puede hacer las delicias de los amantes de este deporte. Es una bebida que puede sustituir al tradicional batido de proteínas, puesto que es más refrescante y aporta un estímulo social más marcado que un batido.
Con esta cerveza sin alcohol el deportista puede reponer energía después del entrenamiento mientras está disfrutando de una bebida con burbujas a la vez que conversa con un amigo o asiste a un partido de fútbol.
El enfoque de JoyBräu es claro, una bebida que funcionalmente cumpla con las necesidades de los amantes al fitness pero que emocionalmente abra una nueva puerta al momento de utilización del producto. Esto es posible si desde las marcas activamos los mecanismos de la estrategia y del marketing, enfocando en nuestro micro-segmento de mercado objetivo que nos lleven a obtener decisiones con carácter innovador.
Apuntar hacia un estilo de vida, micro-segmentar el mercado, nos lleva a crear productos como la JoyBräu, sorprendentes y con dosis de creatividad muy altas. Ni que decir cabe que no es un producto para todo el mundo, que no a todos les gustará, pero lo realmente importante recae en esa “pequeña” porción de mercado que es mi público objetivo.