Debo de reconocer que una de las versiones de mi trabajo de marketing que más me gusta es la de observar el entorno, capturar insights y poder elaborar conclusiones que aporten novedad al mercado.
Me parece una tarea muy divertida y cargada de valor útil. A partir de ahí, ya aparecerán en escena las demás metodologías y herramientas que conocemos.
Hoy os traigo un caso que me ha llamado la atención, no por la creatividad o la innovación, que la tiene, si no por el atrevimiento de llevar a cabo dicha acción. Os quiero hablar de la caja de cobro lenta de Jumbo Supermarkten.
Cuando hoy en día la compra en el supermercado se ha convertido en algo frenético, casi impersonal y cargado de mucho estrés, este supermercado holandés acaba de inaugurar una caja de cobro lenta para aquellas personas que quieran (necesiten) un trato personal, humano y sin prisas.
Es cierto que el enfoque de segmentación nos lleva a pensar en un estilo de vida senior, donde la actividad de compra se basa más en un aspecto social que de necesidad, puesto que la compra se convierte en un espacio donde interactuar con otras personas y minimizar la sensación de soledad. Este es el público principal, pero, ¿por qué no puede servir también para un niño que esté aprendiendo a hacer la compra con sus padres?
En plena irrupción la compra en Internet aparecen modelos que apuntan en la dirección opuesta. La humanización del proceso, el contacto real, la conversación cara a cara. Esto genera un vínculo emocional que a través de una plataforma digital es imposible, pero por supuesto, limita en otros aspectos, como por ejemplo, en el tiempo de ejecución.
Nunca me gusta situarme en los opuestos, puesto que debemos comprender que hay público y mercado para todo. Por lo que este tipo de iniciativas me gustan y sorprenden porque si existe ese público, que además de necesitarlo, lo agradecerá. ¿Será una acción de fidelización quizás?
Tanto esta caja de cobro lenta como la compra en casa en horas de Amazon, son estrategias diferentes que apuntan a públicos, momentos y lugares distintos. Esta es la riqueza del marketing y de la creatividad, es libre y gigantesca siempre que tenga un foco estratégico bien claro y definido.
Foto: Jumbo Supermarket