La economía azul es un manantial de innovación para ayudar al planeta

La economía azul es un término que se refiere al enfoque económico que busca promover la sostenibilidad en la explotación de los recursos que provienen del mar. Se trata de una alternativa al enfoque tradicional de la economía basada en la explotación de recursos naturales y la maximización del beneficio a corto plazo. El futuro pasa por el cuidado del entorno, en especial, del entorno marino.

Este concepto se basa en la idea de que el océano y sus recursos pueden ser aprovechados de manera sostenible. Además, la conservación y la explotación responsable de estos recursos pueden ser una fuente de beneficios económicos y sociales a largo plazo. La economía azul se enfoca en la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías y modelos de negocio que puedan aprovechar los recursos marinos de manera más sostenible. Este modelo se describe en profundidad en el libro escrito por Gunter Pauli.

Hay que tener muy en cuenta que el 97% del agua del planeta la encontramos en los océanos. La mayoría de los seres vivos estamos en la tierra, pero sin duda, necesitamos el agua para sobrevivir. Los océanos juegan un papel fundamental en el ciclo del agua, en el transporte de la energía y también son grandes sumideros de carbono. Además, el 40% de la humanidad vive cerca de las costas, algo que ahora y en el futuro se piensa que irá en aumento.

La economía azul, por lo tanto, es de vital importancia para la vida en general, de hecho, busca promover el crecimiento económico, la inclusión social y la preservación de los medios. Sin olvidar el foco de la sostenibilidad de los propios océanos y zonas costeras.

Estas son las principales características de la economía azul

  1. Sostenibilidad: se enfoca en la explotación sostenible de los recursos marinos, lo que significa que busca minimizar el impacto ambiental y maximizar el beneficio a largo plazo.
  2. Innovación: se basa en la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías y modelos de negocio que permitan una explotación más sostenible de los recursos marinos.
  3. Cooperación: requiere de la cooperación entre diferentes actores, incluyendo empresas, gobiernos, organizaciones no gubernamentales y comunidades locales.
  4. Diversidad: reconoce la diversidad de los recursos marinos y busca promover la explotación sostenible de todos ellos, desde la pesca y la acuicultura hasta el turismo y la energía renovable.
  5. Desarrollo social: busca promover el desarrollo social y económico de las comunidades costeras, asegurando que los beneficios de la explotación sostenible de los recursos marinos sean compartidos de manera justa.

En resumen, la economía azul representa una alternativa innovadora y sostenible a la economía tradicional basada en la explotación de recursos naturales. Al enfocarse en la explotación sostenible de los recursos marinos, la economía azul puede ser una fuente de beneficios económicos y sociales a largo plazo, promoviendo el desarrollo sostenible.

Algunos ejemplos de marcas con enfoque sobre el concepto de economía azul

A continuación, te comparto algunos ejemplos de marcas que están aplicando los principios de la economía azul:

  1. Bureo: una empresa que transforma redes de pesca recuperadas del océano en productos como gafas de sol, patinetes y otros productos.
  2. Aquaculture Stewardship Council (ASC): una organización que certifica productos de acuicultura responsables para garantizar que sean sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.
  3. Patagonia: la reconocida marca de ropa que utiliza materiales reciclados y sostenibles en sus productos, y apoya la conservación del medio ambiente y la biodiversidad marina.
  4. Blue Economy Solutions: una empresa que desarrolla tecnologías y soluciones innovadoras para promover la economía azul y reducir la contaminación del océano.
  5. Nido Robotic: especializada en proveer robots submarinos y drones teledirigidos y autónomos para realizar trabajos de inspección, mantenimiento y conservación marina.
  6. Sea2see: diseñan y fabrican gafas graduadas y de sol con las redes de pesca que quedan flotando en los mares.

Innovar en economía azul sin provocar “blue washing”

¿Cómo podemos innovar en línea con la economía azul, pero sin caer en el uso del conocido como “blue washing”? Apunta estos cuatro puntos principales de interés hacia donde avanza el sector:

  • Acuicultura: cada vez vamos a ver muchas más propuestas alineadas con sistemas de cultivo integrados e Inteligencia Artificial, debido a la baja rentabilidad de la pesca tradicional.
  • Turismo sostenible: un enfoque protagonista de la economía azul. Buscando un impacto respetuoso se pueden imaginar proyectos alineados con el ecoturismo, la gastronomía marina, deporte, pesca deportiva o actividades vinculadas con la salud y el mar.
  • Sector naval: la descarbonización llega el entorno marítimo. El conocido como astillero 4.0 proporcionará innovaciones en la recepción de buques, suministro de servicios, combustibles alternativos, electrificación y mejoras en eficiencia energética.
  • Energías renovables marinas: la deconstrucción del entramado energético nacional pasará por un fuerte repunte de la energía eólica y de la biotecnología marina.
  • Minería marina: la creciente demanda de cobre, aluminio, cobalto y otros metales de los fondos marinos impulsará este sector. Eso sí, delicado con la convivencia y el respeto marino.

Foto de Jakob Owens en Unsplash

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La humanización del B2B: el marketing emocional también para empresas

Casi históricamente, el marketing B2B (business to business) ha tenido fama de ser serio, racional y, por qué no decirlo, un poco aburrido (en general, pocos estudiantes he encontrado a los que les llame la atención más la venta de tornillería a fabricantes, que la venta de perfume). Frente al B2C, que siempre ha jugado con las emociones, las marcas B2B parecían empeñadas en hablar en tecnicismos, datos y presentaciones llenas de siglas. Sin embargo, algo está cambiando. Las empresas se están dando cuenta de que, al final, quien decide una compra no es una “empresa” en sí, sino una persona. Y las personas, ya sabes, sienten, se emocionan y conectan con las historias humanas.

De vender productos a construir relaciones

Durante mucho tiempo, el enfoque B2B se ha centrado en demostrar la validez técnica del producto o servicio que vendía. Podría ser lógico: los clientes eran otras empresas que buscaban eficiencia, rentabilidad y resultados. Pero en los últimos años, con la digitalización y la sobreoferta de soluciones, ese discurso se ha vuelto insuficiente.

Hoy, cuando un responsable de compras compara proveedores, no solo busca el mejor precio, sino también confianza, empatía y propósito. Quiere entender quién está detrás de esa marca y por qué debería creer en ella.

Por eso, las marcas B2B están empezando a usar recursos que antes parecían exclusivos del marketing que iba directo al consumidor: storytelling, tono humano, contenido emocional y estrategias de personalización que hablan directamente a las necesidades de las personas, no solo de las empresas.

El papel del storytelling en el mundo B2B

Contar historias no es solo cosa de marcas de consumo final. En realidad, el storytelling tiene aún más impacto cuando se aplica en entornos donde no se espera.

Un ejemplo muy claro es el de HubSpot, la plataforma de automatización de marketing para profesionales. En lugar de limitarse a hablar de sus herramientas y métricas, HubSpot ha construido toda una narrativa en torno al crecimiento, la colaboración y la educación. Sus campañas y su contenido no venden directamente el producto: venden una filosofía de trabajo más humana y eficiente. Incluso en su podcast “The Growth Show” comparte historias reales de empresas y emprendedores, lo que les permite conectar emocionalmente con su audiencia profesional.

Otro caso interesante es el de Mailchimp, una empresa que empezó como un pequeño servicio de email marketing para pymes. Con el tiempo, entendieron que sus usuarios no querían solo un software, sino un aliado para ayudarles a seguir creciendo. Por eso, Mailchimp comenzó a contar historias de sus clientes —emprendedores, creativos, pequeñas marcas— y a presentarse como una herramienta que da poder a la gente. Su tono cercano, incluso humorístico, rompió con la rigidez habitual del marketing B2B.

Lo que ambos ejemplos tienen en común es que ponen a las personas en el centro (sí, algo que hemos escuchado mucho, pero que es la realidad). Ya no hablan de funcionalidades, sino de cómo su solución mejora la vida laboral de quienes la usan. Y eso, en el fondo, es lo que realmente conecta.

Quédate con esto: Personalización, es el nuevo lenguaje entre empresas

Si el storytelling es la voz emocional del B2B moderno, la personalización es la vía.

Las marcas que triunfan en este terreno han entendido que los clientes B2B también esperan experiencias a medida. No quieren recibir el mismo correo genérico que cientos de empresas más. Quieren que les hables de su situación concreta, que comprendas sus desafíos y que les ofrezcas soluciones específicas.

Un ejemplo inspirador es también el de Salesforce, que utiliza datos y automatización para personalizar la experiencia de cada cliente potencial. Desde el primer contacto, adaptan los contenidos, los casos de éxito y las demostraciones según la industria y el tamaño de la empresa. Pero lo hacen sin perder ese toque humano: muchos de sus contenidos incluyen entrevistas reales con clientes y empleados, lo que refuerza la autenticidad del mensaje.

Otro caso es el del clásico IBM, una compañía que, pese a su tamaño, ha sabido mantener un tono cercano en su comunicación. Su estrategia de “Account-Based Marketing” se centra en entender profundamente las necesidades de cada cliente y crear contenidos específicos para ellos. En lugar de hablar de “productos”, hablan de alianzas.

Humanizar el marketing B2B no significa perder profesionalismo. Significa recordar que detrás de cada decisión de compra hay personas con emociones, con miedo a equivocarse, con ilusión por hacer bien su trabajo. Y cuando una marca demuestra empatía y comprensión, gana algo mucho más valioso que una venta: credibilidad.

Las marcas que se atreven a mostrar vulnerabilidad —por ejemplo, compartiendo aprendizajes de errores o historias de superación— logran diferenciarse en un mercado saturado. Porque la autenticidad se siente. Y en un entorno donde todos prometen resultados, quien se muestra genuino genera confianza.

El futuro del B2B será más emocional que técnico

No se trata de abandonar los datos o las métricas. Se trata de equilibrarlos con una comunicación más cálida, que haga sentir que hay personas detrás del logo. En los próximos años, veremos más marcas B2B apostando por contenido con rostro humano: vídeos con empleados, poniendo a los CEO’s en el foco mediático, podcasts con clientes, campañas centradas en historias reales y mensajes personalizados que parecen escritos “para ti”.

El cambio ya está en marcha. LinkedIn, por ejemplo, está lleno de marcas que han empezado a publicar contenido con tono conversacional, incluso humorístico. Empresas que antes hablaban de “soluciones integrales” ahora cuentan cómo su equipo ayudó a un cliente a resolver un problema concreto, o cómo su cultura interna les inspira a innovar.

Y eso, más que una moda, es una señal de madurez del marketing B2B. Porque si algo hemos aprendido en los últimos años es que la conexión humana no es exclusiva del consumidor final.

Foto de Dibakar Roy en Unsplash

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Invitados desconocidos para bodas: ya hay personas que pagan por asisitir a bodas de extraños

Hoy te traigo una tendencia muy, pero que muy inusual que ha comenzado a ganar mucho protagonismo: parejas que invitan a completos desconocidos a sus bodas… a cambio, eso sí, de un pago. Lo que podría parecer una excentricidad o una estrategia desesperada para llenar mesas vacías, en realidad está abriendo un nuevo capítulo en el marketing experiencial y en la forma en que las marcas pueden conectar con los consumidores a través de emociones auténticas. Las bodas se convierten en auténticos festivales.

¿Qué está pasando realmente con esta tendencia de desconocidos en bodas ajenas?

En redes sociales como TikTok, Instagram y foros de experiencias en general, han comenzado a circular historias de personas que pagan entre 50 y 150 euros por asistir a bodas de desconocidos. Es algo escéntrico, sí, pero a cambio, reciben una experiencia completa: comida, bebida, música, interacción social y, sobre todo, la posibilidad de vivir un momento emocionalmente cargado sin necesidad de estar emocionalmente implicado. ¡Vaya paradoja!

Algunas parejas de novios lo ofertan para terminar de cubrir costes, otras por el simple placer de compartir su felicidad con más personas. Pero lo interesante es cómo esta tendencia está captando la atención de consumidores jóvenes, especialmente millennials y generación Z, que valoran las experiencias por encima de los bienes materiales.

El marketing emocional: una oportunidad inesperada para conectar

Desde hace años, las marcas buscan formas de conectar emocionalmente con sus audiencias. Esto no es nuevo. El marketing experiencial se basa en ofrecer vivencias memorables lo que ha sido una de las estrategias más efectivas para el contexto actual. Este nuevo concepto de “bodas de pago” encajan perfectamente en esta lógica: son eventos cargados de simbolismo, alegría, estética y conexión personal.

Pero… ¿Y para las marcas qué representa?

  • ¿Puede haber espacio para marcas patrocinadoras? Desde vinos locales hasta fotógrafos, floristas o diseñadores de vestidos, muchas marcas y muy variadas pueden integrarse de forma natural en estos eventos.
  • Contenido generado por el usuario (UGC): los asistentes suelen compartir su experiencia en redes sociales, lo que multiplica el alcance orgánico del evento y de las marcas asociadas.
  • Segmentación emocional: asistir a una boda, aunque sea de desconocidos, genera una conexión emocional que puede ser aprovechada para campañas posteriores.

Pero… ¿Por qué alguien pagaría para ir a una boda ajena?

Desde el punto de vista del consumidor, esta tendencia responde a varias motivaciones:

  1. FOMO (Fear of Missing Out): Las redes sociales han amplificado el deseo de vivir experiencias únicas. Una boda ajena, con todo su glamour y emoción, es un evento “instagrameable” por excelencia.
  2. Curiosidad social: Imagina asistir a una boda francesa, italiana o polaca… Puede ser un atractivo para turistas para sumergirse en la cultura local.
  3. Soledad y búsqueda de conexión: En un mundo cada vez más digital, las experiencias humanas reales se valoran más. Una boda es un entorno ideal para conocer gente, bailar, reír y sentirse parte de algo.

¿Qué pueden aprender los profesionales del marketing?

Esta tendencia, aunque aún muy incipiente, ofrece varias lecciones clave para quienes trabajan en marketing:

  • El valor de lo inesperado: Las experiencias que rompen con lo cotidiano generan mayor impacto emocional. Invitar a desconocidos a una boda es tan inusual que se convierte en memorable.
  • La economía de la experiencia sigue creciendo: Las personas están dispuestas a pagar por momentos únicos, incluso si no tienen un vínculo directo con ellos. Esto abre la puerta a nuevos modelos de negocio basados en la participación emocional.
  • Autenticidad como motor de engagement: A diferencia de eventos artificiales o montados para el marketing, las bodas reales tienen una autenticidad que las hace irresistibles. Las marcas que logren integrarse sin forzar su presencia pueden beneficiarse enormemente.

Las bodas para desconocidos (que por ahora vemos en Francia) no son solo una curiosidad viral. Son un reflejo de cómo los consumidores actuales buscan experiencias auténticas, emocionales y compartibles. Para los profesionales del marketing, representan una oportunidad para repensar cómo se construyen las conexiones con el público.

En un mundo saturado de anuncios, lo que realmente deja huella es lo que se vive. Y si eso incluye bailar con extraños bajo luces de guirnalda en una boda francesa… quizás sea hora de decir “sí, quiero” al marketing emocional del futuro.

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