¿Por qué todas las empresas no innovan? Es una pregunta que se repite y repite, pero no tiene una respuesta fácil. Quizás por esa misma razón, la consecución de objetivos innovadoras no es sencilla de aplicar si no se marcan pautas para ello. La gestión de la innovación en la empresa requiere de metodologías, herramientas y pautas que guíen el proceso de pensamiento.
Para ello, existen tres conceptos claves que debemos siempre tener en cuenta: la investigación, la creatividad y la innovación, por supuesto. Elementos clave los cuáles darán un conjunto de estadios con los que conseguir resultados de una manera mucho más real y exitosa. Solamente debemos saber cómo y cuándo aplicarlos.
La diferencia entre investigación e innovación es clara. Mientras la investigación convierte dinero en conocimiento, la innovación transforma conocimiento en dinero. Ambas son estrictamente necesarias, puesto que una sin la otra nunca darán los frutos esperados. Sin olvidar, por supuesto, que el catalizador para que ambas conecten se llama creatividad.
La matriz de la innovación: ruptura, sostenible, básica y disruptiva
Ahora bien, aunque tengamos los conceptos claros, como cualquier otra labor en la empresa para trabajar la innovación debemos tener metodologías, herramientas y ayudas que nos faciliten el trabajo. Sabemos que la creatividad bajo el paraguas de métodos es mucho más potente, rápida y exitosa. Lo mismo cuando buscamos en un fin último la innovación.
Para ello, la matriz de la innovación te ayudará disponer de las soluciones deseadas según el enfoque que desees. Según recoge un estudio publicado por Harvard Business Review, la matriz de la innovación se divide en cuatro espacios formando un cuadrante: investigación básica, innovación de ruptura, innovación sostenible e innovación disruptiva.
- Investigación básica: En este punto nos encontramos con que el problema no está bien definido. Se trata de un proceso a muy largo plazo donde, generalmente, las empresas no invierten. Esta investigación es tarea de organismos, instituciones o universidades las que la realizan.
- Innovación de ruptura: en su término en inglés, Breakthrough Innovation. El término del problema está suficientemente claro, pero los métodos o las herramientas no lo están. Este tipo de casos nos dan una idea cercana a problemas matemáticos sin resolver o el estudio del ADN. Entornos colaborativos y multidisciplinares son esenciales para este tipo de innovación.
- Innovación sostenible: Son todas aquellas innovaciones donde los productos o servicios se escalan en la mejora de prestaciones. Esta es la innovación que mejor se aplica en la empresa porque normalmente requiere de un conocimiento interno de las soluciones. Por ejemplo, un nuevo vehículo con mayor autonomía, un smartphone con mejor resolución de la cámara…
- Innovación disruptiva: Encontrar nuevas necesidades, provocar deseos. Ni más ni menos. La más arriesgada de todas porque en ocasiones estas innovaciones llegan demasiado pronto. Es la innovación de productos tipo Google, el cuál arriesga en ofertas que nunca antes habíamos pensado. Para esta innovación disruptiva son muy interesantes las técnicas de Gamestorming o “Los 7 pecados laterales”. Te pueden ayudar mucho.

Foto: UN