El mercado, los consumidores, las tendencias y sobre todo, la forma de consumo cambia constantemente. No son movimientos bruscos en la mayoría de los casos, pero sí susceptibles de prestarles atención, dotarlos de creatividad y atrevimiento a la hora de actuar.
Cuando todo esto sucede en un mercado más o menos tradicional como es el vino, las decisiones se mezclan con múltiples variables. Casi siempre, los “contras” se enfocan en el consumidor tradicional, que paradójicamente, no será el consumidor que recibirá la innovación. Por eso, es muy importante hacer un trabajo de apertura completa antes de llevar a cabo las nuevas ideas.
Algo así ha sucedido con la vertiginosa tendencia del vino en lata. Este cambio en el envase supone un antes y un después en el sector y consumo de esta bebida. Para que nos hagamos una idea, según la datos de la consultora Nielsen que recoge el portar Vinetur:
El consumo de vino en lata, con datos del año 2018, mueve 45 millones de dólares en EEUU, con un aumento de la producción del 60% respecto al año anterior.
Verdaderamente un mercado importante y totalmente en aumento. Por ello, bodegueros como Pedro Peciña, María Ruiz, Javier Rojo y Laura Peciña lanzaron recientemente “Bohemian Rhapsody”, un vino en lata con mucho que contar.
La revolución del vino en lata llega con “Bohemian Rhapsody”
Esta propuesta que cambia por completo la tradicional botella de vidrio y su corcho por una lata, va enfocada a un público totalmente nuevo que busca sorprenderse. El mercado del vino tiene un amplio espectro de potenciales consumidores que seducir, y seguramente, de la forma tradicional sería totalmente imposible.
Este vino en lata propone una alternativa muy práctica al consumo de vino en situaciones dispares. Ideal para llevar a cualquier sitio cuando vas al campo, a hacer deporte o incluso a conciertos y festivales de música. Busca un estilo de vida nuevo para el sector.
“Bohemian Rhapsody” cambia radicalmente el packaging tradicional del vino por una lata de aluminio recicable que no contiene ninguna impresión ni serigrafía. La lata está envuelta en una funda que realiza la función de envoltorio y sella completamente el envase.
Esto es realmente importante en tiempos post-covid19 puesto que pone en valor un producto higienizado y totalmente aséptico para su uso cien por cien seguro.
Un producto que llega para un mercado muy concreto como es el norteamericano, pero que estoy seguro llegará más lejos en muy poco tiempo. Además, si se complementa con geniales atributos como este “Bohemian Rhapsody” el éxito está asegurado. Show must go on!