En una sociedad como la nuestra, todavía aprendiz de las nuevas herramientas de comunicación que manejamos a diario, debemos plantearnos como nos afecta y nos cambia la conducta de comportamiento como personas, usuarios y consumidores.
Por supuesto es una reflexión personal entorno al uso de las de las plataformas digitales de comunicación, pero más si cabe a la forma de expresarnos en cuanto a contenido y forma. El odio en las Redes Sociales es una constante que nos acompaña cada vez con mayor fuerza y que debemos parar para poder pensar sobre ello y actuar.
¿Por qué encontramos muchos más mensajes de odio que de alegría o gratitud en las Redes Sociales? ¿Por qué utilizamos estas herramientas para canalizar esta negativa emoción?
A través de una pantalla o un dispositivo móvil perdemos la influencia social del cara a cara, nos volvemos más inmunes y nos volvemos seguros de escribir cualquier comentario por agresivo que sea. El efecto de “la pantalla y yo” que tanto gusta a mi amigo Francisco Torreblanca, es un estado que nos empodera para llevar a cabo cualquier acción que no nos atreveríamos en la vida real. Normalmente acciones negativas, dañinas, aunque también alguna positiva, claro que sí.
Debemos de ser capaces de interpretar este nuevo escenario de comunicación como una extensión de nuestra propia realidad física, y que al otro lado de la pantalla también habrá una persona que reciba el mensaje.
Así es, se trata de personas, con herramientas nuevas, pero con los mismos sentimientos que podemos herir o agradar. Todo dependerá de nosotros, de nuestra capacidad para analizar y luego actuar. El odio genera odio, y un en escenario como las Redes Sociales donde pasamos gran parte de nuestro tiempo, si recibimos constantemente este tipo de estímulos, personalmente, creo que no nos aportará algo bueno a corto plazo.
Hasta los grupos de usuarios (personas) que se dedican a odiar a alguien o a alguna marca tienen su propia denominación: “haters”. Asumido por todos nosotros como algo normal y cotidiano en nuestro universo paralelo de las Redes Sociales.
Toda esta reflexión es igual para personas que para marcas, al igual, detrás de cada una se encuentra una persona o un grupo de personas con los mismos sentimientos y emociones que tú, piénsalo. Las Redes Sociales no deben de perder nuestro sentido común y nuestra educación.
Y por supuesto, te ayudará a plantear tu enfoque estratégico de comunicación en las plataformas digitales y a conocer el comportamiento del consumidor (usuario) contemporáneo.