El cambio de los modelos de negocio se hace extensible en las diferentes situaciones de la vida cotidiana. En buena medida impulsado por las necesidades y los deseos de las nuevas generaciones de consumidores, pero también respondiendo a las demandas de un mundo extremadamente cambiante y donde los precios se disparan. Coliving es ese nuevo concepto que llega de la mano de su hermano mayor, coworking.
Hay tendencias que se convierten en moda y que acaban por instaurarse en el día a día. Un ejemplo es el conocido como coworking, el cuál lleva no más de una década con nosotros y que ya se ha hecho un hueco entre las diferentes formas de trabajar. Un modelo muy enfocado a emprendedores, startups o freelances, pero que también aprovechan cada vez más empresas. Sin ir más lejos, el sector del coworking creció un 39% hasta facturar 131 millones en 2021, como recoge El Mundo.
Todo ello, en su conjunto, responde al movimiento “as a service” que está transformando la manera de consumir y también de producir nuevos productos o servicios. Se basa en cambiar la posesión por el uso por tiempo determinado. Este uso puede ser menor o mayor según las necesidades, pero evita al usuario las dificultades e inconvenientes de afrontar una compra en primera instancia.
La tendencia que viene del “product as a service” y los modelos de suscripción
Esto sucede mucho en productos, los conocidos como “product as a service” y que vemos en ejemplos como la compra de vehículos en particulares, pero ahora también llega al mercado inmobiliario y de los espacios como los “space as a service”. Antes también lo hemos experimentado también con los programas informáticos en el conocido como “software as a service”.
Esta tendencia se basa en un tipo de modelo de suscripción que tanto han popularizado las plataformas digitales y que ahora se extiende al resto de la vida cotidiana. Tanto es así, que hoy vamos a descubrir qué son estos conceptos de coworking, sobre todo de coliving e incluso uno más allá, el cohousing.
¿Qué es el coworking?
Un modelo que abandera la flexibilidad en todas sus facetas y que ofrece la posibilidad de disponer de un espacio para trabajo de manera muy asequible, sin ataduras y además con la posibilidad de tener una red de networking a tu alcance. El coworking se caracteriza por ser un espacio habilitado con todas las funcionalidades para desarrollar un trabajo determinado, pero en el cuál solo dispondrás de una porción, siendo el resto susceptible de ser utilizado por otras personas que desarrollen actividades profesionales similares o no.
Las ventajas para emprendedores y similares son muchas. Desde la nula inversión inicial hasta la de tener un espacio donde establecer relaciones profesionales y sociales con otros. Además, se elimina cualquier gestión diaria de las instalaciones, cosa que también grandes empresas están utilizando ya en la actualidad cuando tienen empleados descentralizados y prefieren no abrir nuevas sedes en nuevas ciudades. Una forma muy ágil y polilvalente de trabajar en la ciudad, pero también en el ámbito rural.
Existen espacios de coworking que ya se están enfocando en temáticas concretas, abriendo la posibilidad de centralizar las actividades que se desarrollan en el espacio. Por ejemplo, casos como Full Node, que ofrece espacio para desarrolladors blockchain o Mission Kitchen y Food Central Cowork que se centran en el sector de la alimentación.
Sin olvidar que el concepto de coworking puede integrarse perfectamente en otros modelos de negocio, aprovechando espacios y tiempos muertos, así como servir como reclamo o servicio añadido. Gimnasios, bares, hoteles… son ejemplos que ya se están adaptando a esta tendencia de uso de los espacios.
¿Qué es el coliving?
La nueva adaptación de la tendencia del “pay per use” y los modelos de suscripción, pero llevada a la vivienda. El coliving está llegando para convertirse en una alternativa al hogar tradicional para millenials, generación Z e incluso para seniors. El coliving se trata de un servicio de vivienda flexible donde se comparten ciertas áreas y se experimenta una vida mucho más social, inclusiva y construyendo comunidad. Por supuesto, se tienen espacios totalmente privados donde cada persona es independiente.
Los factores económicos y sociales han llevado a este tipo de modelos a nuestra actualidad y a priorizar el uso a la posesión. La necesidad de socializar y no permanecer solo también son aspectos a tener muy en cuenta en este tipo de opciones. Algunas opciones de coliving son por tiempos cortos o vacacionales, pero la verdadera esencia del modelo propone largas estancias donde de verdad se experimente el vínculo con la comunidad creada alrededor del hogar y con las personas que allí están.
Una nueva forma de vivir en un hogar más social y además más sostenible al compartirse servicios que en las viviendas unitarias no se dan. Ya se están dando los primeros edificios que se diseñan y construyen exclusivamente para albergar modelos de coliving y muy pronto veremos como el concepto se consolida mucho más en nuestra sociedad.
Nuevas opciones como el cohousing y propiedad flexible
Tirando de estos conceptos llegan otros como el cohousing, que se trata de un modelo de vivienda social y asequible. También conocida como vivienda colaborativa y que se explica bajo la unión de un grupo de personas que diseñan sus viviendas a medida, compartiendo espacios y servicios comunes.
Además, otros conceptos altamente inspiradores, innovadores y atractivos como el que propone Vivla y su propiedad flexible de espectaculares casas de escapadas. Es decir, en lugar de afrontar los altísimos precios de una vivienda en un enclave mágico, dividirlo en como máximo 8 partes y disponer de la co-propiedad con otras personas. Cada uno tendrá un calendario de uso y la marca se ocupa de todos los trámites, gestiones y que la vivienda esté en perfectas condiciones antes de la entrada de cada propietario. Una manera de disfrutar de una segunda vivienda, compartir e invertir en un activo con alta probabilidad de incrementar su valor para una futura venta.
Imagen: dribbble