Los nuevos hábitos del consumidor ante la subida de precios

Hemos vivido un verano muy positivo, sobre todo para el sector turístico, puesto hemos experimentado una época donde el consumidor quería vivir, disfrutar y alejarse de los problemas. Esto ha respondido a un escenario donde el concepto de FOMO (fear of missing out) ha estado muy presente y actuando como barrera a los mensajes que ya venían anunciando un otoño complicado. Ahora, estos hábitos del consumidor deben cambiar para adaptarse a las nuevas circunstancias.

Estos cambios se refieran a una mayor subida de precios de manera generalizada y, por tanto, a un encarecimiento de la vida debido a la imparable inflación vivida. Esto responde a un movimiento global que se está viendo afectado por el conflicto ruso, pero también por todo lo que veníamos arrastrando de la pandemia como desabastecimiento de materias primas, escasez de componentes, retrasos en entregas de mercancías, etc.

Miedo, incertidumbre y sensación de escasez en el consumidor

La conducta de consumo se está viendo influenciada por tres variables muy concretas: el miedo, la incertidumbre y la sensación de escasez forman una ecuación perfecta para que se radicalicen muchos comportamientos. No deberíamos descartar volver a contemplar escenas como la vividas con el papel higiénico agotado en los estantes de los supermercados o casos más recientes todavía como los del aceite de girasol. En este tipo de circunstancias, donde el entono lanza mensajes basados en miedo, el consumidor activa el modo supervivencia y es impredecible.

De este modo, la ya denominada como “cuesta de otoño” nos va a traer un nuevo horizonte donde el consumidor será mucho más planificado, con mayor control del gasto y la inversión y siendo más consciente de aquello que se compra. Los factores clave de todo esto recaerán tanto en la energía como en la cesta de la compra. Dos activos vitales para los hogares y que están centralizando todas las noticias referentes a la escalada de precios, por ese motivo, vamos a desgranar cómo serán los nuevos hábitos del consumidor en estos dos aspectos.

Los hábitos del consumidor ante el sector energético

Como ya apuntamos, el mayor control y la mayor consciencia serán fundamentales para que el consumidor mida de cerca el impacto del precio en su economía doméstica. Las noticias diarias apuntan a valores totalmente desorbitados y nunca vistos, lo que provoca una incertidumbre cada vez mayor e implica a actuar de manera inmediata.

Por un lado, las alternativas energéticas a las tradicionales de gas, gasóleo o electricidad están viviendo un repunte sorprendente. El consumidor optará por soluciones tradicionales más controladas como el butano o el propano para calentar estancias concretas, pero también se sumará a las energías renovables.

En este sentido, soluciones alternativas como la biomasa y los sistemas a base de pellet están acaparando la demanda del consumo. Un combustible alternativo, ecológico, pero sobre todo mucho más económico que los tradicionales. Por lo menos hasta el momento, porque si la demanda se dispara de manera repentina los stocks caerán y los precios tenderán a subir también. Este tipo de sistemas llegarán como complementos a los tradicionales y no tanto sustituirlos, es decir, serán un apoyo en estancias concretas para controlar el gasto y balancear así la factura mensual.

El autoconsumo energético será un gran aliado para aquellos hogares que puedan optar a él, por características y por presupuesto. Aunque el mercado ha evolucionado mucho y existen ayudas que provienen de Europa, no todas las familias se lo pueden permitir. Aunque sin duda es uno de los sistemas más interesantes y eficientes para controlar el gasto energético de presente y futuro.

Por otro lado, la batalla entre las distribuidoras será exageradamente ruidosa. Salen a la palestra nuevas compañías y todas con planes de ofertas, descuentos y ahorro llamativos, pero se van a encontrar con un consumidor que no quiere compromisos a largo plazo y mucha menos permanencia en el servicio.

Intervención en el programa Espejo Público de Antena 3 (21/9/22)

Los hábitos del consumidor ante la cesta de la compra

No es nada nuevo puesto que venimos experimentado la subida de precios en ciertos productos básicos desde bien entrado el verano. El consumidor ve fluctuar precios y eso activa la consciencia del impacto de la cesta de la compra en la economía doméstica. Se va a controlar mucho más y sobre todo, va a haber una planificación más exhaustiva de aquello que se compra y de lo que no. Este planning semanal o diario marcará las decisiones de compra de gran parte de los compradores.

Vamos a experimentar como las ofertas y promociones serán clave para atraer la atención de un consumidor que se fijará en el precio. Mucho más que en ocasiones anteriores. Y además, encontraremos como la comparación entre diferentes superficies cobrará más peso en muchas familias en busca del mejor precio u oferta. Las marcas blancas verán reforzada su apuesta que no ha dejado de serlo desde el tiempo de pandemia, puesto que la balanza entre la calidad y el precio es bien apreciada por el consumidor.

En líneas generales, los hábitos del consumidor influenciados por la inflacción y la escalada de precios dejarán un consumidor consciente. Reutilizará productos de moda y de tecnología a la espera de mejores noticias y que también aguardará a épocas como Black Friday y rebajas para ejecutar aquellas compras deseadas que ahora es muy probable que tenga que postergar.

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Foto de Veronika Koroleva en Unsplash

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Aprende a construir tu propio EPA (Entorno Personal de Aprendizaje)

El acceso a la información que hoy tenemos a nuestro alcance es prácticamente ilimitado. Mucho de lo que encontramos puede nutrirnos en nuestro aprendizaje, pero mucho otro no, por lo que es esencial contar con estrategias efectivas para gestionar el conocimiento. ¿Has oído hablar de los Entornos Personales de Aprendizaje (EPA)? Son un concepto clave en educación y desarrollo profesional. En el artículo de hoy quiero hablarte de qué son los EPA, cómo funciona y, por supuesto, algún ejemplo concreto y pautas para diseñar el tuyo de manera eficaz.

¿Qué es un Entorno Personal de Aprendizaje (EPA)?

Un Entorno Personal de Aprendizaje (EPA) es el conjunto de herramientas, recursos y estrategias que una persona utiliza para gestionar su aprendizaje de manera autónoma. Es decir, de manera personal y no reglada. Esto incluye tanto fuentes de información (blogs, redes sociales, podcasts, videos, webinars…) como herramientas digitales que facilitan la organización y el intercambio de conocimientos (Google Drive, Evernote, Trello, LinkedIn, etc.).

El concepto de EPA se basa en la idea de que el aprendizaje no está limitado a entornos formales como escuelas o universidades, sino que ocurre constantemente a través de diversas interacciones con la información y con otras personas.

Esto, sin duda, es así gracias a la digitalización y al acceso a Internet como no puede ser de otra manera, pero hay que tener muy presente que la educación reglada es de vital importancia. Los dos mundos se une para que el conocimiento pueda seguir su camino constante y fortalecer el pensamiento y la ideación de las personas. Una buena formación académica se complementa con una buena estrategia EPA de manera constante.

Características de un EPA

  • Personalizado: Se adapta a los intereses, necesidades y objetivos de cada persona.
  • Digital y analógico: Puede incluir tanto herramientas digitales como métodos tradicionales de aprendizaje… imagina acudir a cafés donde intercambiar opiniones sobre algún tema.
  • Dinámico: Evoluciona con el tiempo según el crecimiento personal y profesional del usuario.
  • Conectado: Facilita la interacción con entornos de aprendizaje y redes de expertos.
  • Autogestionado: La persona decide qué, cómo y cuándo aprender.

Ejemplo de un Entorno Personal de Aprendizaje

Como hacemos a menudo en el aula cuando hablamos de marketing y construimos un buyer persona… Imaginemos a Laura, una especialista en marketing digital que quiere mantenerse actualizada en tendencias y herramientas. Su EPA podría estar compuesto por:

  • Fuentes de información: Blogs como HubSpot, Rethink by ESIC y Think With Google, o por supuesto, como este 🙂
  • Redes sociales: Sigue a expertos en LinkedIn y participa en directos de Instagram sobre marketing digital.
  • Herramientas digitales: Usa Feedly para organizar sus lecturas, Notion para tomar notas y Hootsuite para gestionar sus redes.
  • Aprendizaje estructurado: Se inscribe en cursos online de ESIC, asiste a masterclass y visualizada vídeos TedX, además de inscribirse en webinars de empresas líderes.
  • Práctica y experimentación: Aplica lo aprendido en proyectos personales y profesionales.
  • Interacción y colaboración: Participa en foros, asiste a eventos y hace networking con otros profesionales.

Gracias a su EPA, Laura gestiona su aprendizaje de manera eficiente, se mantiene actualizada y mejora continuamente sus habilidades.

¿Cómo crear un Entorno Personal de Aprendizaje?

Construir un EPA efectivo requiere planificación y selección de recursos adecuados. No siempre vamos a acertar a la primera, ni tan siquiera vamos a tener todos los aspectos cubiertos a la vez. El proceso es paulatino, progresivo y de prueba y error. A continuación, te dejo algunas pautas que a mí me funcionan:

1. Define tus objetivos de aprendizaje

Antes de seleccionar herramientas y fuentes, reflexiona sobre qué deseas aprender. Hazlo de manera profunda, crítica, no tengas miedo en invertir tiempo. ¿Quieres mejorar tus habilidades técnicas? ¿Mantenerte al día en tu sector? ¿Explorar nuevas áreas de conocimiento?

2. Selecciona tus fuentes de información

Elige recursos de confianza (extremadamente importante) y relevantes para tus intereses. Algunas opciones incluyen:

  • Blogs y revistas especializadas.
  • Podcasts y videos educativos.
  • Libros y artículos académicos.
  • Redes sociales profesionales.

3. Utiliza herramientas para organizar y gestionar el conocimiento

Para optimizar el aprendizaje, es importante almacenar y estructurar la información de manera efectiva:

  • Feedly o Pocket: Para guardar artículos.
  • Notion, Evernote o OneNote: Para tomar notas y crear bases de datos.
  • Trello o Asana: Para planificar el aprendizaje por objetivos.

4. Participa en comunidades de aprendizaje

El aprendizaje colaborativo es clave. Interactúa con otros profesionales a través de:

  • Grupos de Facebook (si aún lo usas) o LinkedIn.
  • Foros especializados como Quora o Reddit.
  • Eventos presenciales y webinars.

5. Crea contenido y comparte tu aprendizaje

La mejor manera de consolidar el conocimiento es enseñándolo. Comparte lo que aprendes mediante:

  • Artículos en un blog personal.
  • Publicaciones en redes sociales.
  • Videos en YouTube o TikTok.

6. Evalúa y ajusta tu EPA de manera periódica

Tu EPA debe evolucionar según tus necesidades y objetivos. Revisa periódicamente:

  • ¿Siguen siendo útiles las fuentes que usas?
  • ¿Las herramientas que empleas son efectivas?
  • ¿Estás alcanzando tus objetivos de aprendizaje?

Los Entornos Personales de Aprendizaje son una estrategia muy potente para gestionar el conocimiento de una forma individual y personal. La información no es que cambie rápidamente es que evoluciona constantemente, por eso contar con un EPA bien estructurado te permitirá mantenerte actualizado, mejorar tus habilidades y potenciar tu desarrollo profesional.

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El “momento eureka”, por qué las mejores ideas surgen cuando desconectas

A mí me ha pasado, es más, me pasa a menudo. Seguro que a ti también: llevas horas, días o incluso semanas intentando encontrar una solución a un problema o en busca de una buena idea para resolver tu proyecto de negocio o TFM, pero nada parece encajar. Te esfuerzas, tomas notas, investigas, pero la inspiración simplemente no llega. Y, de repente, cuando menos lo esperas (quizás en la ducha, dando un paseo o justo antes de dormir), boom: ahí está la idea perfecta.

A esto se le llama el “momento eureka” y es una experiencia que todos hemos vivido en algún momento. La pregunta es: ¿por qué sucede? ¿Por qué las mejores ideas aparecen cuando desconectamos en lugar de cuando estamos focalizamos en encontrar la solución?

Qué es el “momento eureka” y cómo funciona

El término “eureka” es una palabra que en la antigua Grecia significaba algo así como “¡lo tengo!”. Su fama proviene de la exclamación atribuida a Arquímedes cuando descubrió el principio (Principio de Arquímedes) de flotabilidad mientras tomaba un baño. Desde entonces, se usa para describir esos momentos de iluminación repentina en los que encontramos la solución a un problema de manera inesperada.

Desde un punto de vista científico, estos momentos ocurren cuando nuestro cerebro cambia del modo enfocado al modo difuso. Cuando estamos en el modo enfocado, nuestra mente está concentrada en resolver una tarea específica. Pero cuando nos relajamos, entramos en un modo difuso, donde las conexiones entre ideas se generan de manera más libre y creativa.

Básicamente, cuanto más intentamos obligarnos a pensar en una solución, más bloqueamos a nuestro cerebro, sobre todo si no utilizamos técnicas ni herramientas que nos liberen del estrés. En cambio, cuando desconectamos y dejamos de pensar de manera consciente en el problema, permitimos que nuestro subconsciente haga su magia.

Por qué las mejores ideas aparecen cuando desconectamos

Aunque no lo parezca o no seamos conscientes, nuestra mente nunca se para, no descansa. Incluso cuando no estamos pensando activamente en un problema, el subconsciente sigue procesando la información. Es como un ordenador que sigue ejecutando procesos en segundo plano mientras realizas otras tareas.

Por eso, muchas veces las soluciones aparecen en momentos en los que no estamos buscando activamente una respuesta. En los procesos creativos lo llamamos como “inercia creativa”, que da respuesta a esas ideas que llegan cuando hemos dejado de trabajar directamente en la tarea creativa.

Además, el estrés y la presión pueden hacer que nos quedemos atrapados en patrones de pensamiento repetitivos y poco creativos. Al relajarnos, reducimos la actividad de la corteza prefrontal, permitiendo que fluyan ideas nuevas sin la rigidez del pensamiento lógico y lineal.

No es casualidad que las grandes ideas lleguen cuando estamos en la ducha, haciendo ejercicio o simplemente descansando. Estas actividades nos permiten relajar la mente y crear un espacio para la creatividad espontánea.

Por otro lado, si pasas horas frente a una pantalla tratando de ser creativo, probablemente termines frustrado. Por esa razón, siempre decimos que la creatividad y, por tanto, las soluciones novedosas, son más probables que aparezcan cuando trabajamos en otros entornos fuera de nuestro día a día.

Muchas ideas innovadoras nacen de la observación y la experimentación con el mundo real. Por eso, desconectarnos del trabajo y sumergirnos en nuevas experiencias puede abrirnos las puertas a ideas que de otro modo no habríamos considerado.

Cómo aprovechar el “momento “eureka” a tu favor

Aunque es un instante inconsciente que parece no podamos controlar, podemos realizar diferentes actividades para forzar ese “¡eureka”. Apunta estos consejos:

1. Pausas estratégicas

Si te sientes bloqueado, aléjate de la tarea por un rato. ¿Recuerdas la Técnica Pomodoro? Da un paseo, escucha música o simplemente cambia de ambiente. Estas pausas permiten que tu cerebro procese la información sin presión.

2. Incorpora momentos de desconexión en tu rutina

No esperes hasta estar exhausto para tomarte un descanso. Dedica tiempo a actividades que te relajen, como la meditación, el ejercicio o la lectura. Estos momentos de desconexión pueden convertirse en fuentes inagotables de creatividad.

3. Aprovecha los momentos en que tu mente divaga

Las ideas suelen aparecer cuando menos lo esperas. Ten siempre a mano un cuaderno o una aplicación de notas de audio para capturar esas ideas antes de que se esfumen.

4. Expón tu mente a nuevos estímulos

La creatividad no surge en el vacío. Visita nuevos lugares, conoce gente diferente, lee sobre temas que no estén directamente relacionados con tu trabajo. Cuantas más conexiones puedas hacer entre ideas diversas, más probable será que tengas un “momento eureka”. Por ejemplo, a mi me encantan los suplementos de la prensa escrita los fines de semana.

5. Confía en tu subconsciente

A veces, lo mejor que puedes hacer es dejar que tu mente haga su trabajo sin presionarla. Si llevas mucho tiempo atascado en un problema, déjalo por un momento y concéntrate en otra cosa. Te sorprenderá lo que puede surgir cuando menos lo esperas.

Las mejores ideas no siempre llegan cuando estamos esforzándonos al máximo, sino cuando nos permitimos desconectar y dejar que nuestra mente trabaje en segundo plano. El “momento eureka” es una prueba de que la creatividad no se puede forzar, pero sí se puede fomentar a través de pausas, momentos de relax y nuevas experiencias.

Así que la próxima vez que te sientas bloqueado, no te castigues intentando pensar más fuerte. En su lugar, sal a caminar, date una ducha o simplemente deja que tu mente divague. Puede que la solución que buscas esté esperando en un rincón de tu subconsciente, lista para aparecer cuando menos lo esperes. Eso sí, siempre que utilices técnicas como “Los 7 pecados laterales” tendrás la ayuda perfecta para lograr el éxito en tu proceso creativo.

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