En los últimos tres artículos nos hemos acercado a descubrir cómo influye el macroentorno en las decisiones estratégicas a la hora comenzar el desarrollo de un nuevo producto o servicios. Hemos visto el factor político, el factor económico, el factor tecnológico… pero nos falta el último capítulo: el factor socio/cultural.
Cuando nos enfocamos en esta variable, a partir de ahora le llamaremos factor social, entramos en un escenario donde las personas adquieren una relevancia vital. Son los actores principales de este factor y ellas marcarán las pautas que guíen a nuestro producto en su etapa de ideación estratégica.
¿Qué entendemos por factor social dentro del contexto del macroentorno?
Configuración de los integrantes del mercado y su influencia en el entorno. Véase variables como la evolución demográfica, Distribución de la renta, Movilidad social, Cambios en el estilo de vida, Actitud consumista, Nivel educativo, Patrones culturales y la Religión.
[Definición factor político del macroentorno, Wikipedia]
Estas variables influyen de manera directa en la vida de mi producto o servicio, pero ya no solo eso, si no que marcan el camino y las pautas para un desarrollo óptimo que garantice que cumple con las necesidades o deseos del público al que va dirigido.
Si nuestra sociedad está caminando hacia una población envejecida, este rango de personas será un foco importante a tener en cuenta. Mobiliario, descanso, sistemas de movilidad, etc. serán un nicho importante para centrar los esfuerzos estratégicos. Si por otro lado, los estilos de vida de mi público están cambiando, por ejemplo, hacia estilos de vida saludables, será un estímulo que debo recoger para enfocar mi producto hacia esos nuevos movimientos.
Quizás, a diferencia de los otros factores del macroentorno, el factor social es uno de los que requiere mayor observación por parte de los equipos de marketing. Requiere de salir a la calle y estar en contacto directo y real con las personas que van a ser los potenciales consumidores de mi producto.
Un caso especial que está ideado bajo este factor social es el que llevó a Begirl.co a lanzarse al mercado. Esta emprendedora colombiana descubrió que el 40% de las niñas en Uganda abandonan sus estudios porque no pueden asistir al colegio en los días que tienen la mestruación.
Algo tan cotidiano, pero que en aquél contexto es una variable social muy importante. Estas niñas al no tener disponibilidad de compresas desechables, no pueden seguir con su día normal y dejar de hacer cosas tan importantes como ir a la escuela.
Begirl.co desarrolló unos slips con compresa reutilizable en su interior que permite a las niñas poder lavar y usar el paño compresa y así llevar su día con total normalidad y poder hacer su vida cotidiana como cualquier niña o niño del mundo.
Un factor social que está presente desde la ideación hasta el desarrollo estratégico y creativo de marketing.