La proactividad, las ganas por hacer cosas y encima atreverse es algo que me alucina de mis alumnos. En este caso os hablo de Irene Moya, alumna de la presente edición del Máster en Dirección de Marketing y Comunicación Empresarial de la UPV edición Alcoy.
En una charla casual, nació la idea de poder plasmar las propias vivencias como consumidora en un post, y en muy pocas horas el resultado es el que a continuación os dejo para que leáis.
Siempre intento transmitir a mis alumnos la suerte que tenemos de trabajar en marketing, puesto que somos profesionales y a la vez somos consumidores. Tenemos la suerte de poder cambiar de chaqueta y aplicar el conocimiento aprendido a la práctica, hacia el consumidor.
Os dejo con la reflexión de Irene sobre un estilo de vida concreto, padres con hijos, y cómo cambian sus hábitos de consumo una vez que los pequeños forman parte de sus vidas:
He oído hablar de los Dinkis, Singles… multitud de estilos de vida, pero ¿qué nombre se les pone a las parejas con hijos? A lo mejor somos “sólo” eso, parejas con hijos…
¿SÓLO? Cuando te planteas tener un hijo no sabes que te va a cambiar tanto la vida… hay cosas, que ni siquiera piensas que van a cambiar… tanto. ¡Lo que cuesta hacer planes!
Y es que las cosas han cambiado… Antes, en la mayoría de las familias, cuando los padres tenían planes, dejaban a los niños con los abuelos… pocas veces nos llevaban con ellos. Ahora los padres, cuando hacemos planes, es con hijos, con amigos que tienen hijos… y es en este momento, cuando nos damos cuenta, de que hay “marcas” que “no nos quieren” como clientes.
Cuando no tienes hijos, te vas de fin de semana relámpago a un hotelito con encanto, con una oferta de última hora. Ahora, si te vas de fin de semana, tienes que planearlo con antelación. Como no tengas reserva, es difícil encontrar habitación cuádruple… y este tipo de alojamientos quedan totalmente descartados. Hay que buscar un hotel familiar en el que los niños no molesten. Porque hay hoteles en los que los niños NO están permitidos.
Y no hablamos sólo de hoteles, también en los restaurantes. Cada vez está más de moda esto de los castillos hinchables y los cuidadores en los restaurantes. ¡Qué gran idea! Poder hablar tranquilamente con tus amigos mientras los niños se lo pasan en grande pintándose la cara como sus superhéroes favoritos y dando saltos en el castillo… ¡no tiene precio! Y claro, una vez que vas… ¡repites seguro! Este restaurante ya nos tiene en el bote.
Porque claro, si lo que pretendemos es salir una noche de fiesta como hace años que no salimos… va a ser más complicado. Hay que cuadrar calendarios y, probablemente, eso no sea hasta dentro de un mes. Eso si conseguimos que se alineen los astros: que los abuelos no tengan plan y se queden con ellos.
Porque todos sabemos que los mayores de ahora no son como los de antes. A los mayores de ahora les gusta salir, disfrutar de su tiempo libre… y si no tienen plan, ellos se lo buscan. La oferta que hay actualmente para este público es cada vez mayor: conciertos, teatro, viajes culturales, de relax, talleres gastronómicos, excursiones y un sinfín de posibilidades que les da la oportunidad de disfrutar de su tiempo. Y es que muchos de ellos se mueven por internet como si tal cosa, y ellos mismos planifican sus viajes, pudiendo hacer lo que más les gusta.
Y si además de esto tienen un Smartphone y se han aficionado un poco a WhatsApp y Facebook, van a estar pidiéndonos fotos de los nietos cada día, y enviando y publicando fotos de todos los sitios que visitan y lo que hacen.
Así somos la mayoría de parejas con hijos, y así son nuestros padres.
Gracias Irene por hacerlo realidad.