Hoy me acompaña Laura Vaquero, alumna del Máster en Marketing y Gestión Digital (MMGD) en ESIC Valencia, con una visión muy acertada sobre toda la realidad social y empresarial que vivimos en la actualidad. Laura nos acerca un proyecto tan bonito como interesante… Te invito a descubrirlo:
Se suele decir que las situaciones extremas muestran lo peor y lo mejor del ser humano. Son la ocasión idónea para sacar a relucir los verdaderos sentimientos y aquello que nos mueve por dentro.
La crisis sufrida en estos últimos meses a partir de la propagación del covid-19 confirma este pensamiento consolidado tras varias pruebas de fuego a las que se ha visto sometida la humanidad.
Y es que, también es de cultura popular, aquel proverbio que reza: “las desgracias nunca vienen solas”. Y en este caso ha venido en forma de crisis sanitaria que ha desencadenado en otras de carácter social y económico. Por suerte, hay quien ha tomado cartas en el asunto y ha querido recordar que el trabajo en equipo es poderoso en cualquier ámbito de la vida.
Si hace unas semanas los medios nos informaban sobre actitudes irrespetuosas de vecinos que pedían a sanitarios y a empleados de supermercados abandonar las viviendas por el miedo a ser contagiando, demostrando no tener ni un ápice de empatía, también se debe hacer mención de las acciones que muestran la otra cara de la moneda.
Un claro ejemplo es el proyecto HambreCero, liderado por Square Ventures. Una iniciativa que presenta el nombre del segundo objetivo de los diecisiete propuestos por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. La expansión ha sido tan espectacular que cuesta creer que naciera de una humilde acción como es repartir 50 litros de leche en un Uber, como explica Álvaro Cuadrado, su propulsor.
A día de hoy, HambreCero ha conseguido repartir en el país más de 350 toneladas de alimento en 20 ciudades diferentes ofreciendo más de 1.000.000 raciones de comida y asistiendo a más de 250.000 familias. Un verdadero éxito que han logrado poniendo en valor el trabajo de cooperación y sabiendo tejer de manera activa una red logística que ha permitido una distribución eficiente cumpliendo así los objetivos marcados.
Siguiendo la línea de la misión de este proyecto, se ha puesto el acento en el equipo humano que lo conforma. Hacerlo posible y conseguir los resultados obtenidos se traduce en un esfuerzo reunido por instituciones públicas, contando también con la colaboración de 75 organizaciones; y recibiendo el apoyo de 50 empresas.
Y aquí, despertando el interés marketiniano, quiero hacer una pausa y poner el foco de atención en los últimos actores. Las marcas afines a los valores del proyecto. Las mismas marcas que han resultado victoriosas estas semanas de confinamiento y que han mostrado la parte más humana sin limitarse a preocuparse por el descenso de ventas.
Aquellas que demuestran que en su visión van implícitas las motivaciones vinculadas al compromiso y bienestar social; y no resultan únicamente acciones que conforman una estrategia de branding. Y es fácil distinguir el propósito porque las marcas que pertenecen al segundo caso generan un discurso hipócrita e incluso a veces, vacío.
Una vez más, en las acciones realizadas durante momentos clave para nuestra sociedad, (tanto individuales como colectivas, tanto marcas como personas) nos van a definir y van a demostrar los verdaderos motivos que nos empujan a tomar decisiones y a ser responsables con nuestro entorno; y por tanto, más humanos que nunca.
Autora Invitada: Laura Vaquero
MEDIOS QUE SE HAN HECHO ECO DE LA NOTICIA:
https://www.periodistadigital.com/kremer-de-seda/20200425/solidarios-689404298084/