Ni todo es lo mismo, ni todo sirve para todo. En el entorno digital parece que todo puede servir para conseguir el gran objetivo común: tener más visibilidad y generar más venta. Es un objetivo loable y deseado por todos, pero en verdad hay muchas vías para conseguir reconocimiento y todo debe alinearse con una estrategia clara.
Dicho esto, hoy quiero traerte dos conceptos semejantes, pero que tienen ciertas peculiaridades entre ellos. Dos alternativas que podrán poner tu producto en valor y potenciará la comunicación y las relaciones públicas de tu marca en el medio digital. Estos son los conceptos de “haul” y “unboxing”.
¿Cómo nos pueden ayudar los conceptos de “haul” y “unboxing” en el ámbito digital?
Seguro que te suenan, incluso sabes de qué tratan, quizás sobre todo el segundo, pero ambos son de suma importancia para lograr un engagement positivo con el público objetivo. Qué otros hablen bien de mí siempre es bueno, puesto que el mensaje recae en una tercera persona haciendo que los atributos positivos lleguen a mi marca. De sobra sabemos que si soy yo quien habla bien de mí, la credibilidad desciende. Obvio.
Los métodos como “haul” permiten mostrar un abanico de productos, más o menos relacionados, de manera natural y sencilla. Estos responden a todos aquellos vídeos de usuarios que muestran una compra de productos determinadas. En ella se muestran los productos adquiridos y se dan ligeros detalles de ellos.
Un ejemplo de “haul”:
En cambio, cuando hablamos de “unboxing” lo hacemos bajo la premisa de centrar la atención hacia un solo producto y marca. Normalmente estas acciones son pactadas y se muestra el desembalaje de un producto concreto, de una marca concreta.
Un ejemplo de “unboxing”:
Este tipo de acciones se fueron desarrollando en YouTube, su territorio base, pero ahora ya son plataformas como Instagram las que se llevan casi la totalidad del protagonismo. Ahora, estos vídeos son mucho más sofisticados, editados y con formatos más atractivos para el usuario. Debemos recordar que el público que consume estos activos pueden ser fans absolutos de dichos influencers, o perfiles de consumidores que buscan información antes de ejecutar un proceso de compra.
Sea como sea, son dos acciones digitales muy potentes que se deben trabajar bajo un criterio estratégico. No es lo mismo ser el protagonista, que ser un invitado más. Las dos son buenas opciones siempre que estén bien justificadas en forma, tiempo y sentido.
Foto: UN