En la estrategia de marketing debemos identificar nuestro público, nuestro segmento o incluso nuestro pequeño nicho de mercado para guiar el esfuerzo de desarrollar un producto o servicio. Uno de ellos pueden ser lo niños, un segmento de mercado muy peculiar, puesto que pueden llegar a ser totalmente impredecibles.
Los niños son un público que se debe tratar con cuidado y con pasión. No son uno más. Todo producto o servicio que enfoquemos con nuestra estrategia debe estar muy controlado y con un objetivo muy claro. Hoy por hoy, son una opción muy interesante dentro de las diferentes vertientes que buscan innovar en ciertos aspectos de la educación.
En este sentido, y dentro de este público infantil, ha comenzado su andadura el proyecto Wonder Ponder con todo un éxito y un planteamiento muy disruptivo e interesante.
Wonder Ponder, literatura y filosofía para niños y niñas
Esta editorial propone una serie de libros muy especiales. Desde el primer ejemplar que lanzaron al mercado (Mundo Cruel, ya por la 4ª edición), han querido aportar un aire fresco, novedoso, al entorno de la educación infantil.
Dotar de herramientas a los padres, maestros, educadores… con las que plantear preguntas o situaciones reales en un contexto de impulso del pensamiento crítico en los niños, es una manera de equipar a los más pequeños desde el inicio.
La filosofía y poder pensar de forma propia puede ayudar a generar un espacio de toma de decisiones y de responder a situaciones de forma propia, y no bajo supuestos definidos y acotados. Esta opción, por supuesto, lleva mucho más tiempo de ejecución.
Este proyecto plantea una idea que da la vuelta al modelo, como de una Inversión propia del Marketing Lateral. En lugar de el instructor, maestro, padre, madre… aporte la respuesta “verdadera”, es el niño el que mediante el diálogo y el pensamiento aporta la solución.
Este cambio de enfoque aporta una innovación súper interesante en modo de libro, láminas, dibujos y preguntas que ayudan a introducir la filosofía en el proceso de crecimiento de los niños. Porque, como sus creadoras dicen, muchas de las preguntas de los niños ya contienen altas dosis de filosofía.
Sin duda, un proyecto innovador, cargado de mucha creatividad y con una finalidad muy interesante. Enhorabuena Wonder Ponder!