El poder de “la técnica Pomodoro” para agilizar procesos de innovación

La innovación es el potenciador que hay detrás del progreso en el entorno empresarial, ya lo sabemos. Además, antes de ello encontramos el pensamiento creativo, pero todavía antes tenemos la eficacia a la hora de ejecutar tareas. Las empresas exitosas no solo siguen las tendencias actuales, sino que también están constantemente buscando formas de mejorar y adaptarse. Sin embargo, el proceso de innovación puede ser complicado y requiere enfoque, disciplina y tiempo. Es aquí donde la técnica Pomodoro entra en juego, ofreciendo una herramienta simple, pero a la vez muy potente para aumentar la productividad y la eficiencia en la generación de ideas y la implementación de proyectos innovadores.

¿Qué es la técnica Pomodoro?

La técnica Pomodoro, desarrollada por Francesco Cirillo allá por la década de 1980, es un método de gestión del tiempo que se basa en la idea de trabajar en bloques de tiempo cortos y enfocados. Estos bloques son conocidos como “pomodoros” y a éstos les siguen pausas cortas de unos 5 minutos. Cada pomodoro típicamente dura 25 minutos, durante los cuales te comprometes a trabajar en una tarea específica sin distracciones. ¡Qué importante esto último! Después de completar un pomodoro, te tomas una de esas pausas breves de 5 minutos. Después de completar cuatro pomodoros, es el momento de una pausa más larga de 15-30 minutos. Sencillo, ¿no crees?

Aplica la técnica Pomodoro a los procesos de innovación

La innovación requiere tiempo dedicado a la reflexión, la experimentación y la colaboración. Sin embargo, en un entorno empresarial donde las demandas son estresantes y los plazos son ajustados, puede resultar difícil encontrar el tiempo necesario para fomentar la creatividad y la innovación. Aquí es donde la técnica Pomodoro puede marcar la diferencia. ¿Cómo?

1. Enfoque y concentración

Uno de los mayores desafíos en el proceso de innovación es mantenerse concentrado en una tarea durante un período prolongado de tiempo. La técnica Pomodoro intenta solucionar este problema dividiendo el trabajo en intervalos manejables.

Al comprometerte a trabajar en una tarea durante un pomodoro de 25 minutos, te “obligas” a concentrarte en esa tarea exclusivamente durante ese tiempo. Esto ayuda a evitar la procrastinación y a aumentar la productividad.

2. Gestión del tiempo

La gestión eficaz del tiempo es fundamental para cualquier proceso de innovación. Con esta técnica puedes asignar bloques de tiempo específicos para trabajar en proyectos determinados. Al programar pomodoros dedicados exclusivamente a la generación de ideas, la investigación o el desarrollo de prototipos, puedes garantizar que estas actividades reciban la atención que merecen sin que se vean interrumpidas por otras tareas urgentes.

3. Potencia la creatividad

La creatividad suele surgir en un entorno donde no existan demasiadas distracciones y presión. Al dividir el trabajo en intervalos cortos y enfocados, la técnica Pomodoro te permite sumergirte completamente en el proceso creativo sin preocuparte por otras responsabilidades.

Además, las pausas regulares entre pomodoros proporcionan oportunidades para descansar y recargar la mente, lo que puede conducir a una mayor claridad mental y nuevas ideas.

4. Iteración y mejora continua

La innovación es un proceso continuado que implica experimentación, retroalimentación y ajuste constante. Con técnicas y procesos como este, se facilita el trabajo al dividir la tarea en bloques de tiempo discretos. Después de completar un conjunto de pomodoros dedicados a un proyecto específico, puedes tomarte un tiempo para revisar tu trabajo, obtener comentarios de tus compañeros y planificar los próximos pasos. Esta estructura fomenta la mejora continua y permite adaptarse rápidamente a los cambios y desafíos que puedan surgir.

Consejos para maximizar la efectividad de la técnica Pomodoro en la innovación empresarial

  • Establece objetivos claros: Antes de comenzar cada pomodoro, asegúrate de tener claro qué tarea o objetivo específico deseas lograr durante ese tiempo.
  • Elimina distracciones: Durante cada pomodoro, trata de minimizar las distracciones eliminando notificaciones de dispositivos electrónicos y bloqueando el acceso a sitios web no relacionados con el trabajo.
  • Experimenta con la duración de los pomodoros: Si encuentras que 25 minutos es demasiado corto o demasiado largo, siéntete libre de ajustar la duración de los pomodoros para que se adapten mejor a tu estilo de trabajo y a las demandas del proyecto.
  • Aprovecha las pausas: Utiliza las pausas entre pomodoros para estirarte, tomar algo ligero o simplemente relajarte. Estas pausas te ayudarán a mantener la energía y la concentración a lo largo del día.
  • Divide tareas: Si necesitas más de 5-7 Pomodoros para una tarea, divídela en tareas más pequeña, pero si necesitas menos de un Pomodoro, agrégala y júntala con otra tarea.

Utiliza The Pomodoro Tracker para ayudarte a poner en práctica la técnica Pomodoro. Recuerda que este método ofrece un enfoque estructurado y efectivo para aumentar la productividad y la eficiencia en el proceso de innovación empresarial. Al dividir el trabajo en bloques de tiempo manejables y enfocados, esta técnica puede ayudarte a mantener la concentración, gestionar el tiempo de manera más efectiva y fomentar la creatividad. Al incorporar la técnica Pomodoro en tu rutina diaria, puedes potenciar la innovación en tu empresa y alcanzar nuevos niveles de éxito.

Photo credit: blog UNITEC

compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio esta protegido por reCAPTCHA y laPolítica de privacidady losTérminos del servicio de Googlese aplican.

El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

También te puede interesar...

Sé el primero en saber
Recibe en tu bandeja de entrada de correo los últimos artículos publicados.

Por cada nuevo suscriptor plantaré un árbol en colaboración con Tree Nation


Loading

La humanización del B2B: el marketing emocional también para empresas

Casi históricamente, el marketing B2B (business to business) ha tenido fama de ser serio, racional y, por qué no decirlo, un poco aburrido (en general, pocos estudiantes he encontrado a los que les llame la atención más la venta de tornillería a fabricantes, que la venta de perfume). Frente al B2C, que siempre ha jugado con las emociones, las marcas B2B parecían empeñadas en hablar en tecnicismos, datos y presentaciones llenas de siglas. Sin embargo, algo está cambiando. Las empresas se están dando cuenta de que, al final, quien decide una compra no es una “empresa” en sí, sino una persona. Y las personas, ya sabes, sienten, se emocionan y conectan con las historias humanas.

De vender productos a construir relaciones

Durante mucho tiempo, el enfoque B2B se ha centrado en demostrar la validez técnica del producto o servicio que vendía. Podría ser lógico: los clientes eran otras empresas que buscaban eficiencia, rentabilidad y resultados. Pero en los últimos años, con la digitalización y la sobreoferta de soluciones, ese discurso se ha vuelto insuficiente.

Hoy, cuando un responsable de compras compara proveedores, no solo busca el mejor precio, sino también confianza, empatía y propósito. Quiere entender quién está detrás de esa marca y por qué debería creer en ella.

Por eso, las marcas B2B están empezando a usar recursos que antes parecían exclusivos del marketing que iba directo al consumidor: storytelling, tono humano, contenido emocional y estrategias de personalización que hablan directamente a las necesidades de las personas, no solo de las empresas.

El papel del storytelling en el mundo B2B

Contar historias no es solo cosa de marcas de consumo final. En realidad, el storytelling tiene aún más impacto cuando se aplica en entornos donde no se espera.

Un ejemplo muy claro es el de HubSpot, la plataforma de automatización de marketing para profesionales. En lugar de limitarse a hablar de sus herramientas y métricas, HubSpot ha construido toda una narrativa en torno al crecimiento, la colaboración y la educación. Sus campañas y su contenido no venden directamente el producto: venden una filosofía de trabajo más humana y eficiente. Incluso en su podcast “The Growth Show” comparte historias reales de empresas y emprendedores, lo que les permite conectar emocionalmente con su audiencia profesional.

Otro caso interesante es el de Mailchimp, una empresa que empezó como un pequeño servicio de email marketing para pymes. Con el tiempo, entendieron que sus usuarios no querían solo un software, sino un aliado para ayudarles a seguir creciendo. Por eso, Mailchimp comenzó a contar historias de sus clientes —emprendedores, creativos, pequeñas marcas— y a presentarse como una herramienta que da poder a la gente. Su tono cercano, incluso humorístico, rompió con la rigidez habitual del marketing B2B.

Lo que ambos ejemplos tienen en común es que ponen a las personas en el centro (sí, algo que hemos escuchado mucho, pero que es la realidad). Ya no hablan de funcionalidades, sino de cómo su solución mejora la vida laboral de quienes la usan. Y eso, en el fondo, es lo que realmente conecta.

Quédate con esto: Personalización, es el nuevo lenguaje entre empresas

Si el storytelling es la voz emocional del B2B moderno, la personalización es la vía.

Las marcas que triunfan en este terreno han entendido que los clientes B2B también esperan experiencias a medida. No quieren recibir el mismo correo genérico que cientos de empresas más. Quieren que les hables de su situación concreta, que comprendas sus desafíos y que les ofrezcas soluciones específicas.

Un ejemplo inspirador es también el de Salesforce, que utiliza datos y automatización para personalizar la experiencia de cada cliente potencial. Desde el primer contacto, adaptan los contenidos, los casos de éxito y las demostraciones según la industria y el tamaño de la empresa. Pero lo hacen sin perder ese toque humano: muchos de sus contenidos incluyen entrevistas reales con clientes y empleados, lo que refuerza la autenticidad del mensaje.

Otro caso es el del clásico IBM, una compañía que, pese a su tamaño, ha sabido mantener un tono cercano en su comunicación. Su estrategia de “Account-Based Marketing” se centra en entender profundamente las necesidades de cada cliente y crear contenidos específicos para ellos. En lugar de hablar de “productos”, hablan de alianzas.

Humanizar el marketing B2B no significa perder profesionalismo. Significa recordar que detrás de cada decisión de compra hay personas con emociones, con miedo a equivocarse, con ilusión por hacer bien su trabajo. Y cuando una marca demuestra empatía y comprensión, gana algo mucho más valioso que una venta: credibilidad.

Las marcas que se atreven a mostrar vulnerabilidad —por ejemplo, compartiendo aprendizajes de errores o historias de superación— logran diferenciarse en un mercado saturado. Porque la autenticidad se siente. Y en un entorno donde todos prometen resultados, quien se muestra genuino genera confianza.

El futuro del B2B será más emocional que técnico

No se trata de abandonar los datos o las métricas. Se trata de equilibrarlos con una comunicación más cálida, que haga sentir que hay personas detrás del logo. En los próximos años, veremos más marcas B2B apostando por contenido con rostro humano: vídeos con empleados, poniendo a los CEO’s en el foco mediático, podcasts con clientes, campañas centradas en historias reales y mensajes personalizados que parecen escritos “para ti”.

El cambio ya está en marcha. LinkedIn, por ejemplo, está lleno de marcas que han empezado a publicar contenido con tono conversacional, incluso humorístico. Empresas que antes hablaban de “soluciones integrales” ahora cuentan cómo su equipo ayudó a un cliente a resolver un problema concreto, o cómo su cultura interna les inspira a innovar.

Y eso, más que una moda, es una señal de madurez del marketing B2B. Porque si algo hemos aprendido en los últimos años es que la conexión humana no es exclusiva del consumidor final.

Foto de Dibakar Roy en Unsplash

compartir

Invitados desconocidos para bodas: ya hay personas que pagan por asisitir a bodas de extraños

Hoy te traigo una tendencia muy, pero que muy inusual que ha comenzado a ganar mucho protagonismo: parejas que invitan a completos desconocidos a sus bodas… a cambio, eso sí, de un pago. Lo que podría parecer una excentricidad o una estrategia desesperada para llenar mesas vacías, en realidad está abriendo un nuevo capítulo en el marketing experiencial y en la forma en que las marcas pueden conectar con los consumidores a través de emociones auténticas. Las bodas se convierten en auténticos festivales.

¿Qué está pasando realmente con esta tendencia de desconocidos en bodas ajenas?

En redes sociales como TikTok, Instagram y foros de experiencias en general, han comenzado a circular historias de personas que pagan entre 50 y 150 euros por asistir a bodas de desconocidos. Es algo escéntrico, sí, pero a cambio, reciben una experiencia completa: comida, bebida, música, interacción social y, sobre todo, la posibilidad de vivir un momento emocionalmente cargado sin necesidad de estar emocionalmente implicado. ¡Vaya paradoja!

Algunas parejas de novios lo ofertan para terminar de cubrir costes, otras por el simple placer de compartir su felicidad con más personas. Pero lo interesante es cómo esta tendencia está captando la atención de consumidores jóvenes, especialmente millennials y generación Z, que valoran las experiencias por encima de los bienes materiales.

El marketing emocional: una oportunidad inesperada para conectar

Desde hace años, las marcas buscan formas de conectar emocionalmente con sus audiencias. Esto no es nuevo. El marketing experiencial se basa en ofrecer vivencias memorables lo que ha sido una de las estrategias más efectivas para el contexto actual. Este nuevo concepto de “bodas de pago” encajan perfectamente en esta lógica: son eventos cargados de simbolismo, alegría, estética y conexión personal.

Pero… ¿Y para las marcas qué representa?

  • ¿Puede haber espacio para marcas patrocinadoras? Desde vinos locales hasta fotógrafos, floristas o diseñadores de vestidos, muchas marcas y muy variadas pueden integrarse de forma natural en estos eventos.
  • Contenido generado por el usuario (UGC): los asistentes suelen compartir su experiencia en redes sociales, lo que multiplica el alcance orgánico del evento y de las marcas asociadas.
  • Segmentación emocional: asistir a una boda, aunque sea de desconocidos, genera una conexión emocional que puede ser aprovechada para campañas posteriores.

Pero… ¿Por qué alguien pagaría para ir a una boda ajena?

Desde el punto de vista del consumidor, esta tendencia responde a varias motivaciones:

  1. FOMO (Fear of Missing Out): Las redes sociales han amplificado el deseo de vivir experiencias únicas. Una boda ajena, con todo su glamour y emoción, es un evento “instagrameable” por excelencia.
  2. Curiosidad social: Imagina asistir a una boda francesa, italiana o polaca… Puede ser un atractivo para turistas para sumergirse en la cultura local.
  3. Soledad y búsqueda de conexión: En un mundo cada vez más digital, las experiencias humanas reales se valoran más. Una boda es un entorno ideal para conocer gente, bailar, reír y sentirse parte de algo.

¿Qué pueden aprender los profesionales del marketing?

Esta tendencia, aunque aún muy incipiente, ofrece varias lecciones clave para quienes trabajan en marketing:

  • El valor de lo inesperado: Las experiencias que rompen con lo cotidiano generan mayor impacto emocional. Invitar a desconocidos a una boda es tan inusual que se convierte en memorable.
  • La economía de la experiencia sigue creciendo: Las personas están dispuestas a pagar por momentos únicos, incluso si no tienen un vínculo directo con ellos. Esto abre la puerta a nuevos modelos de negocio basados en la participación emocional.
  • Autenticidad como motor de engagement: A diferencia de eventos artificiales o montados para el marketing, las bodas reales tienen una autenticidad que las hace irresistibles. Las marcas que logren integrarse sin forzar su presencia pueden beneficiarse enormemente.

Las bodas para desconocidos (que por ahora vemos en Francia) no son solo una curiosidad viral. Son un reflejo de cómo los consumidores actuales buscan experiencias auténticas, emocionales y compartibles. Para los profesionales del marketing, representan una oportunidad para repensar cómo se construyen las conexiones con el público.

En un mundo saturado de anuncios, lo que realmente deja huella es lo que se vive. Y si eso incluye bailar con extraños bajo luces de guirnalda en una boda francesa… quizás sea hora de decir “sí, quiero” al marketing emocional del futuro.

compartir

Cargando

buscador de noticias

Buscar
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible.

La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.

Tienes toda la información de privacidad en nuestra página de política de privacidad y política de cookies.