Hoy, Belén Rivas, alumna MMGD ESIC Valencia nos deja esta interesante reflexión sobre los hogares inteligentes y la tecnología como herramienta para facilitar la vida a cualquier público.
Si viajáramos en el tiempo a preguntarle a la generación que vivió la invención de los ordenadores o la masificación de Internet cuánto más creen que puede avanzar la tecnología, probablemente pocos creerían que llegaríamos al punto en donde estamos hoy.
Refrigeradores que avisan cuando la puerta queda mal cerrada, luces que se prenden y apagan con un comando de voz, puertas de hogares que se pueden abrir a kilómetros de distancia simplemente utilizando una aplicación. Cualquiera de estas posibilidades que hubiese sido digna de una película futurista hace solo unas décadas hoy es real gracias a la domótica y al Internet de las Cosas.
La domótica es el conjunto de sistemas que automatizan las diferentes instalaciones de una vivienda, mientras que el Internet de las Cosas es la capacidad que se le otorga a ciertos dispositivos para establecer una conexión a internet y así poder comunicarse con otros aparatos electrónicos, tanto dentro como fuera de una vivienda. La combinación de ambas tecnologías permite hoy la creación de los llamados “hogares inteligentes”.
Cada vez son más los usuarios que deciden incorporar estos dispositivos para volver sus viviendas más confortables y eficientes, con una variedad de opciones y posibilidades en continuo crecimiento.
Hogares inteligentes, tecnología para viviendas más cómodas
En el mercado se encuentran alternativas como Alexa Echo, un asistente por voz que cada vez logra más penetración en el mercado español y es la opción por excelencia para iniciarse en el mundo de los hogares inteligentes. Posee funciones básicas como decirnos la hora, el estado del tiempo o leernos las noticias, pero también puede conectarse con otros dispositivos inteligentes del hogar para poder controlarlos, pudiendo ver las grabaciones de una cámara de seguridad, controlar un termostato o ajustar la intensidad de las luces de una habitación. Todo esto con simples comandos de voz.
Otro de los dispositivos preferidos por el público español es la aspiradora inteligente, que nos brinda la posibilidad de mantener los pisos siempre limpios sin ningún esfuerzo. Estas aspiradoras tienen sensores que le permiten desplazarse por la vivienda de manera autónoma, aprendiendo los objetos que hay alrededor para realizar un recorrido efectivo del hogar y poder llegar a cada rincón. Se pueden programar en los días y horarios necesarios y, al tener conectividad con Alexa, también se pueden encender con comandos de voz.
La variedad de estos dispositivos no se limita únicamente a las funcionalidades del hogar. Para los amantes de los animales, también existen dispositivos inteligentes específicamente creados para mascotas. Un ejemplo es el Furbo para perros, un dispositivo para interactuar con nuestros perros aunque no estemos en casa. Posee una cámara integrada que permite ver en nuestro smartphone qué hacen nuestras mascotas cuando no estamos en casa. Gracias a su sensor de ladridos y su altavoz, podemos saber si nuestros perros ladran y comunicarnos con ellos para tranquilizarlos. Además, posee una función de lanzamiento de premios que también puede dispararse a la distancia desde el móvil.
Los dispositivos inteligentes también llegaron a la seguridad del hogar, con una amplia variedad de opciones. Encontramos sensores de apertura de puertas y ventanas que disparan una alarma a tu smartphone, cerraduras inteligentes que se desbloquean al acercarnos con un dispositivo vinculado o que permiten dar acceso a alguien sin necesidad de estar presente físicamente para abrirle, o el Amazon Smart Air Quality Monitor que analiza la calidad de aire y hasta puede conectarse con otros dispositivos como deshumidificadores o purificadores de aire para activarlos cuando la calidad del aire sea mala.
Queda en evidencia que la revolución de estos dispositivos para crear hogares inteligentes llegó para quedarse. Cada vez la oferta en el mercado es mayor y los precios se vuelven más accesibles. Con los avances de la tecnología, probablemente en unos años seamos nosotros la generación a la que le digan que ciertos aparatos electrónicos solo podíamos imaginarlos en películas.