En este post encontrarás la continuación al análisis sobre el Anuncio de Loteria de Navidad 2017 que Francisco Torreblanca y yo hemos escrito de manera conjunta en ambos blogs. En este artículo queremos analizar, desde la perspectiva del marketing, la construcción y mensaje de este esperado spot y como influye en la repercusión que pueda tener el mismo.
Sin más, te dejo con la segunda parte de este post:
Si no has leído la primera parte, empieza desde aquí: Leer primera parte análisis anuncio Lotería de Navidad
Tradiciones
Muchas son las tradiciones que rodean al Sorteo de El Gordo de la Lotería de Navidad, las cuales, queramos o no, forman parte de la cultura española y de la gran mayoría de compradores de lotería.
Una tradición, o mejor dicho superstición, es una característica muy susceptible de ser moldeada por las herramientas de marketing, puesto que dicha superstición arraiga un recuerdo en la mente de las personas. Esto hace que esa marca o producto, en este caso la Lotería de Navidad, esté viva en la cabeza de un posible comprador.
Pues bien, como decimos, son muchas estas tradiciones y ritos que rodean al sorteo más popular y peculiar de nuestro país. Desde la costumbre de intercambiar décimos entre familiares, pasando por aquellas personas que siempre compran el mismo número cada año o incluso aquellos otros que compran donde tocó un gran premio el año anterior, como si fuera a volver a caer en el mismo lugar. En fin, un gran abanico que no hace más que engrosar la magia y misterio que rodea a este sorteo.
Pero, existe una superstición especial que dice lo siguiente: si te regalan un décimo de Lotería de Navidad no toca, nunca te tocará. Así, tal cual, pero tan inquietante. Bueno, es un dicho que mucha gente conoce y que es tremendamente popular el que dice que al menos se debe pagar algo por un décimo, aunque sea un solo euro.
Pues bien, en este anuncio que nos ocupa esa tradición, superstición, rito, llamémosle como queramos, se olvida por completo y el décimo es regalado por el chico a la chica, llegando, inverosímilmente a tocar el día del gran sorteo.
No decimos que no pueda suceder, en absoluto, pero sí que es un hándicap a tener muy en cuenta a la hora de plantear los distintos momentos de la historia. El marketing se ocupa de la investigación y de conocer todo lo que rodea al cliente, el que contrata la publicidad, para ejecutar un resultado óptimo y sin dudas.
La llamada a la acción
Por supuesto, si en algo el marketing debe hacer especial atención es en el momento final, el momento de la verdad, cuando todo acaba y el receptor del mensaje tiene que llevarse grabada la información que la marca quiere que se lleve.
En nuestro caso, el vídeo finaliza con un momento emotivo. Bien. Un bonito momento entre los dos jóvenes que se reencuentran y les inunda la felicidad, en verdad nos llena a todos de felicidad porque realmente es un momento fuertemente emocional. Pero no existe un vínculo claro y fuerte con el producto que se está intentando comunicar.
Es decir, el espectador no se queda pensando, “tengo que comprar Lotería de Navidad”, en absoluto, el mensaje final que flota en el ambiente es lo bonito que es el amor entre la pareja de enamorados.
Si os fijáis bien, el chico es afortunado porque le ha tocado nada más y nada menos que El Gordo de la Navidad, pero cuando habla con su madre por teléfono su tono es triste, alicaído y desafortunado. Todo esto cambia cuando aparece ella, su felicidad se dispara al cien por cien, incluso deja una frase: “qué suerte hemos tenido”.
Por lo tanto, el mensaje final que un espectador se guarda es: qué más da todo el dinero del mundo, si lo importante es estar al lado de la persona que quieres. Lo importante de verdad es el amor.
No existe de nuevo ese estímulo final que llame a la acción de un potencial comprador de lotería para que lleve a cabo un momento de compra.
El vídeo es bueno, sí, realizado por un gran y admirado cineasta, pero fuera de contexto, donde el resultado es bello pero no con esencia marketiniana, que es lo realmente necesario para llegar a un consumidor de este planeta.
Foto: radiole.com