Si por algo me apasiona y fascina la creatividad es por la fuerza que posee para originar procesos de innovación totalmente disruptivos. La creatividad en manos de personas con atrevimiento logra conseguir resultados tan sorprendentes como el que hoy os traigo.
La contaminación a causa de los desechos provocados por el consumo a lo largo y ancho del planeta es un problema que necesita soluciones inmediatas. Soluciones que aporten nuevas métodos, nuevos usos y nuevos procesos a lo que hemos establecido en este tiempo atrás.
Eso origina un movimiento de investigación a través del desarrollo de nuevos productos y servicios que se establezcan bajo posicionamientos denominados “ecofriendly” y sean respetuosos con el medio ambiente. Esto lo ha puesto en práctica el laboratorio Skipping Rocks Lab, creando Ooho!, la botella de agua comestible.
Ooho!, la botella de agua comestible
Puedes sonar extraño, singular, pero real. La botella de agua Ooho! está desarrollada a partir de Notpla, un material hecho a partir de algas marinas y plantas que desaparecen de forma natural. Son comestibles y biodegradables, siendo una alternativa al plástico muy interesante.
De hecho, la Maratón de Londres de 2019 contó con este producto para sustituir el agua embotellada tradicional en los puntos de avituallamiento. Imaginad los miles de botellines que dejaron de general residuos en ese día!!
Ooho! es una bolsita de agua que se puede comer, práctica y sin generar ningún tipo de residuo. Es ideal para la práctica deportiva, para eventos, festivales, para contener zumos o cócteles y también incluso salsas en comidas take away.
Los usos son múltiples así como los beneficios para el medio ambiente. Una idea muy creativa que aporta una innovación en forma de packaging y también en la forma de interactuación con la tradicional botella de agua desechable.
Nuevos productos con enfoque hacia estilos de vida muy definidos y siendo totalmente respetuosos con el entorno, algo que es una obligación en nuestro tiempo.