En muchas ocasiones de nuestras vidas nos surge la necesidad de pedir un favor a alguien que no conocemos. En la cola del súper, con el informático que viene a la oficina, en el taller mecánico… y ese momento de pedirlo siempre es algo complicado.
Lo único peor a pedir un favor es pedir varios favores. De eso no cabe duda, y nunca pensaríamos que pedir varios favores es mejor que pedir uno solo, ¿a qué sí? Pues no. Nuevamente cuando pensamos con nuestra mente racional nos volvemos a equivocar.
Numerosos estudios demuestran que pedir múltiples favores favorecen a una respuesta positiva en los favores secundarios. Me explico. Y ojo, que su aplicación en marketing tiene mucho sentido!!
Este estudio se hizo en la calle por una serie de investigadores, por eso me encanta y me recuerda al experimento del mejor oído para marketing del que hablamos hace unas semanas.
Estos investigadores preguntaron en la calle a los transeúntes unas indicaciones un poco complicadas, a las cuáles no mucha gente se paraba a contestar. Al tiempo cambiaron de estrategia y hacían primero una pequeña pregunta. Preguntaban la hora, a la cuál la gran mayoría respondía regalándoles su tiempo. Seguidamente los investigadores aprovechaban y preguntaban por esas complicadas indicaciones y un gran elevado número de personas gastaban su tiempo en responder a esta segunda pregunta.
Quizás, el hecho de responder a una petición hacía que funcionara como un estímulo subconsciente e hiciera coherente satisfacer una segunda petición.
Es importante para marketing no abordar a nuestro público objetivo con tareas muy difíciles, arriesgadas o que impliquen mucho tiempo, en general, por lo que aprovechar estos estudios y plantear pequeñas acciones pueden generar mejores respuestas a retos más grandes. Por ejemplo:
- Rellena una pequeña encuesta de una pregunta primero y después a los días mándale una un poco mayor donde pidas más información.
- Pide una compra de prueba, pequeña, y después la compra que buscas vender.
- Manda un test de tu producto a casa y genera un vínculo de compra posterior.
- Regala tu cuenta free y después ofrécele la cuenta premium.
Recuerda, los pequeños favores nos darán la oportunidad de conseguir mucho pidiendo poco en marketing.