¿Es efectivo aplicar humor en marketing?

Mas que si es efectivo aplicar humor en marketing, la pregunta sería: ¿a quién no le gusta reír? Es una manera alegre, divertida y provocadora de felicidad, sea en el ámbito personal o en el comercial. El humor es una herramienta a tener muy en cuenta en las estrategias de marketing y en comunicación, siempre y cuando esté correctamente validado por la estrategia de marca.

La dualidad ente lo funcional y lo emocional hace que el pensamiento estratégico decline hacia cualquier lado de la balanza los atributos. El humor es un interruptor emocional muy importante y de tremenda actualidad en nuestros días, de hecho tiene gran presencia en entornos digitales de la mano del meme marketing. Eso sí, el humor es un atributo tan potente como delicado, es decir, no todo el mundo entiende el humor de la misma manera y por esa razón debemos aterrizar muy bien el pensamiento creativo y enfocarlo hacia nuestro público de la manera más coherente.

Un ejemplo singular es el que sucedió hace unos días con unos viajeros que pretendía tomar el vuelo entre la isla de Mallorca y la península con una ensaimada independiente de su equipaje de mano. Este producto típico de a isla es tradicionalmente comprado por visitantes para llevar consigo de vuelta a sus hogares, pero en esa ocasión la aerolínea les impuso un alto sobre coste por introducir ese objeto añadido a su equipaje. El revuelo y la crítica hacia la compañía en redes sociales fue inmediata. ¿Qué hizo la marca en la red social? Optar por el humor.

6 estrategias de marketing basadas en el humor

Por lo tanto, si hablamos del humor como un interruptor que capta la atención del consumidor y puede cambiar la conducta hacia una marca, se debe tratar como un aspecto estratégico. De esa manera, las estrategias basadas en el humor deben partir desde el plano conceptual para acabar teniendo presencia en las etapas de comunicación.

A continuación te detallo seis estrategias de marketing basadas en el humor con ejemplos:

Juegos de palabras con ingenio

El lenguaje es vital para trabajar un buen marketing, de hecho, ya lo hemos destacado en alguna entrada anterior como en “el poder del texto”. En el ámbito del humor por supuesto que también. Cuando jugamos con las palabras lanzamos un pequeño reto al receptor, al que se le suele dedicar un pequeño tiempo para descifrarlo y entenderlo. En el momento que eso ocurre se consigue un sentimiento positivo y esa expresión que tanto nos gusta de “venirnos arriba”.

Un ejemplo de esto son las vallas publicitarias tamaño XXL que tanto están de actualidad y que vemos en grandes ciudades. El caso de la lona de VICIO y su “Vicio, las burgers favoritas de Goico” son toda una muestra de este tipo de humor.

vicio-goico-lona-xxl

Humor visual

Obvio que es uno de los tipos de humor más utilizados. Por varias razones, pero fundamentalmente porque el 90% de la información que tramita nuestro cerebro es visual. Aquí podemos incluir todas aquellas gráficas, ilustraciones, creatividades visuales como vídeos de redes sociales o anuncios de televisión.

El mítico estilo de anuncio de la marca de desodorante Old Spice donde aparecía un hombre con el torso descubierto montado a caballo es un buen ejemplo.

Humor absurdo

Llevarlo a cabo es tan complejo como aparentemente fácil de entender. Es ese tipo de humor que es demasiado ridículo para ser verdad. Por ejemplo, “se hará cuando los cerdos vuelen”. Este personalmente me gusta mucho, pero hay que saber apreciarlo 🙂

Se puede utilizar muy bien en la redacción de los asuntos de emailing para llamar la atención del usuario y estimular su apertura. Por ejemplo, en periodo de elecciones recibí un mail de la marca de sneakers Timpers donde su CEO decía que se presentaba su candidatura. Claro, contextualizado se puede entender como que se presentaba a las elecciones, cosa bastante improbable y absurda si te parabas a pensarlo.

El uso de palabrotas

Un estilo muy arriesgado porque no todo el mundo entiende esto por igual. Hay personas a las que ciertas palabrotas o palabras mal sonantes les pueden parecer divertidas y a otras todo lo contrario. También tenemos que tener en cuenta que dentro de este concepto existe un rango amplio donde la agresividad o la intensidad varía.

Por ejemplo, el caso de Mediamark y su “yo no soy tonto” es un caso muy light del uso de palabrotas. Utilizan la palabra tonto de manera positiva aún siendo una palabra con aspecto negativo.

Humor negro

Para un cierto grupo de perfiles de público puede funcionar muy bien, pero para otros no. Si identifico que el perfil de mi audiencia puede entender este tipo de humor, el humor negro es muy potente. Esto se pude aplicar a espacios de comunicación o también a la propia identidad estratégica de una marca, producto o servicio.

El café Death Wish Coffee (el café más fuerte del mundo) es todo un ejemplo. Su propio nombre reza ya por un deseo mortal y su comunicación sigue esa línea como es normal.

deathwish-coffee

Humor agresivo

Por último, uno de los más controvertidos. El humor agresivo es aquél donde se usa la crítica, incluso el ridículo. Es cierto que las personas se pueden sentir ofendidas, pero si está bien contextualizado puede ser muy divertido.

El ejemplo del restaurante Karen’s Dinner lo avala. Es un restaurante estilo hamburguesería norteamericana de los años ochenta situado en Australia, ahora en otros lugares, pero que tiene algo que lo hace especial: los camareros insultan a los clientes. Al contrario de lo que pudiera ocurrir en cualquier otro restaurante, en el Karen’s el trato es despectivo y desagradable, cosa que lo ha llevado al éxito y a tener más de 1 millón de seguidores en su cuenta de TikTok. Nada más y nada menos.

karens dinner

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Aprende a construir tu propio EPA (Entorno Personal de Aprendizaje)

El acceso a la información que hoy tenemos a nuestro alcance es prácticamente ilimitado. Mucho de lo que encontramos puede nutrirnos en nuestro aprendizaje, pero mucho otro no, por lo que es esencial contar con estrategias efectivas para gestionar el conocimiento. ¿Has oído hablar de los Entornos Personales de Aprendizaje (EPA)? Son un concepto clave en educación y desarrollo profesional. En el artículo de hoy quiero hablarte de qué son los EPA, cómo funciona y, por supuesto, algún ejemplo concreto y pautas para diseñar el tuyo de manera eficaz.

¿Qué es un Entorno Personal de Aprendizaje (EPA)?

Un Entorno Personal de Aprendizaje (EPA) es el conjunto de herramientas, recursos y estrategias que una persona utiliza para gestionar su aprendizaje de manera autónoma. Es decir, de manera personal y no reglada. Esto incluye tanto fuentes de información (blogs, redes sociales, podcasts, videos, webinars…) como herramientas digitales que facilitan la organización y el intercambio de conocimientos (Google Drive, Evernote, Trello, LinkedIn, etc.).

El concepto de EPA se basa en la idea de que el aprendizaje no está limitado a entornos formales como escuelas o universidades, sino que ocurre constantemente a través de diversas interacciones con la información y con otras personas.

Esto, sin duda, es así gracias a la digitalización y al acceso a Internet como no puede ser de otra manera, pero hay que tener muy presente que la educación reglada es de vital importancia. Los dos mundos se une para que el conocimiento pueda seguir su camino constante y fortalecer el pensamiento y la ideación de las personas. Una buena formación académica se complementa con una buena estrategia EPA de manera constante.

Características de un EPA

  • Personalizado: Se adapta a los intereses, necesidades y objetivos de cada persona.
  • Digital y analógico: Puede incluir tanto herramientas digitales como métodos tradicionales de aprendizaje… imagina acudir a cafés donde intercambiar opiniones sobre algún tema.
  • Dinámico: Evoluciona con el tiempo según el crecimiento personal y profesional del usuario.
  • Conectado: Facilita la interacción con entornos de aprendizaje y redes de expertos.
  • Autogestionado: La persona decide qué, cómo y cuándo aprender.

Ejemplo de un Entorno Personal de Aprendizaje

Como hacemos a menudo en el aula cuando hablamos de marketing y construimos un buyer persona… Imaginemos a Laura, una especialista en marketing digital que quiere mantenerse actualizada en tendencias y herramientas. Su EPA podría estar compuesto por:

  • Fuentes de información: Blogs como HubSpot, Rethink by ESIC y Think With Google, o por supuesto, como este 🙂
  • Redes sociales: Sigue a expertos en LinkedIn y participa en directos de Instagram sobre marketing digital.
  • Herramientas digitales: Usa Feedly para organizar sus lecturas, Notion para tomar notas y Hootsuite para gestionar sus redes.
  • Aprendizaje estructurado: Se inscribe en cursos online de ESIC, asiste a masterclass y visualizada vídeos TedX, además de inscribirse en webinars de empresas líderes.
  • Práctica y experimentación: Aplica lo aprendido en proyectos personales y profesionales.
  • Interacción y colaboración: Participa en foros, asiste a eventos y hace networking con otros profesionales.

Gracias a su EPA, Laura gestiona su aprendizaje de manera eficiente, se mantiene actualizada y mejora continuamente sus habilidades.

¿Cómo crear un Entorno Personal de Aprendizaje?

Construir un EPA efectivo requiere planificación y selección de recursos adecuados. No siempre vamos a acertar a la primera, ni tan siquiera vamos a tener todos los aspectos cubiertos a la vez. El proceso es paulatino, progresivo y de prueba y error. A continuación, te dejo algunas pautas que a mí me funcionan:

1. Define tus objetivos de aprendizaje

Antes de seleccionar herramientas y fuentes, reflexiona sobre qué deseas aprender. Hazlo de manera profunda, crítica, no tengas miedo en invertir tiempo. ¿Quieres mejorar tus habilidades técnicas? ¿Mantenerte al día en tu sector? ¿Explorar nuevas áreas de conocimiento?

2. Selecciona tus fuentes de información

Elige recursos de confianza (extremadamente importante) y relevantes para tus intereses. Algunas opciones incluyen:

  • Blogs y revistas especializadas.
  • Podcasts y videos educativos.
  • Libros y artículos académicos.
  • Redes sociales profesionales.

3. Utiliza herramientas para organizar y gestionar el conocimiento

Para optimizar el aprendizaje, es importante almacenar y estructurar la información de manera efectiva:

  • Feedly o Pocket: Para guardar artículos.
  • Notion, Evernote o OneNote: Para tomar notas y crear bases de datos.
  • Trello o Asana: Para planificar el aprendizaje por objetivos.

4. Participa en comunidades de aprendizaje

El aprendizaje colaborativo es clave. Interactúa con otros profesionales a través de:

  • Grupos de Facebook (si aún lo usas) o LinkedIn.
  • Foros especializados como Quora o Reddit.
  • Eventos presenciales y webinars.

5. Crea contenido y comparte tu aprendizaje

La mejor manera de consolidar el conocimiento es enseñándolo. Comparte lo que aprendes mediante:

  • Artículos en un blog personal.
  • Publicaciones en redes sociales.
  • Videos en YouTube o TikTok.

6. Evalúa y ajusta tu EPA de manera periódica

Tu EPA debe evolucionar según tus necesidades y objetivos. Revisa periódicamente:

  • ¿Siguen siendo útiles las fuentes que usas?
  • ¿Las herramientas que empleas son efectivas?
  • ¿Estás alcanzando tus objetivos de aprendizaje?

Los Entornos Personales de Aprendizaje son una estrategia muy potente para gestionar el conocimiento de una forma individual y personal. La información no es que cambie rápidamente es que evoluciona constantemente, por eso contar con un EPA bien estructurado te permitirá mantenerte actualizado, mejorar tus habilidades y potenciar tu desarrollo profesional.

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El “momento eureka”, por qué las mejores ideas surgen cuando desconectas

A mí me ha pasado, es más, me pasa a menudo. Seguro que a ti también: llevas horas, días o incluso semanas intentando encontrar una solución a un problema o en busca de una buena idea para resolver tu proyecto de negocio o TFM, pero nada parece encajar. Te esfuerzas, tomas notas, investigas, pero la inspiración simplemente no llega. Y, de repente, cuando menos lo esperas (quizás en la ducha, dando un paseo o justo antes de dormir), boom: ahí está la idea perfecta.

A esto se le llama el “momento eureka” y es una experiencia que todos hemos vivido en algún momento. La pregunta es: ¿por qué sucede? ¿Por qué las mejores ideas aparecen cuando desconectamos en lugar de cuando estamos focalizamos en encontrar la solución?

Qué es el “momento eureka” y cómo funciona

El término “eureka” es una palabra que en la antigua Grecia significaba algo así como “¡lo tengo!”. Su fama proviene de la exclamación atribuida a Arquímedes cuando descubrió el principio (Principio de Arquímedes) de flotabilidad mientras tomaba un baño. Desde entonces, se usa para describir esos momentos de iluminación repentina en los que encontramos la solución a un problema de manera inesperada.

Desde un punto de vista científico, estos momentos ocurren cuando nuestro cerebro cambia del modo enfocado al modo difuso. Cuando estamos en el modo enfocado, nuestra mente está concentrada en resolver una tarea específica. Pero cuando nos relajamos, entramos en un modo difuso, donde las conexiones entre ideas se generan de manera más libre y creativa.

Básicamente, cuanto más intentamos obligarnos a pensar en una solución, más bloqueamos a nuestro cerebro, sobre todo si no utilizamos técnicas ni herramientas que nos liberen del estrés. En cambio, cuando desconectamos y dejamos de pensar de manera consciente en el problema, permitimos que nuestro subconsciente haga su magia.

Por qué las mejores ideas aparecen cuando desconectamos

Aunque no lo parezca o no seamos conscientes, nuestra mente nunca se para, no descansa. Incluso cuando no estamos pensando activamente en un problema, el subconsciente sigue procesando la información. Es como un ordenador que sigue ejecutando procesos en segundo plano mientras realizas otras tareas.

Por eso, muchas veces las soluciones aparecen en momentos en los que no estamos buscando activamente una respuesta. En los procesos creativos lo llamamos como “inercia creativa”, que da respuesta a esas ideas que llegan cuando hemos dejado de trabajar directamente en la tarea creativa.

Además, el estrés y la presión pueden hacer que nos quedemos atrapados en patrones de pensamiento repetitivos y poco creativos. Al relajarnos, reducimos la actividad de la corteza prefrontal, permitiendo que fluyan ideas nuevas sin la rigidez del pensamiento lógico y lineal.

No es casualidad que las grandes ideas lleguen cuando estamos en la ducha, haciendo ejercicio o simplemente descansando. Estas actividades nos permiten relajar la mente y crear un espacio para la creatividad espontánea.

Por otro lado, si pasas horas frente a una pantalla tratando de ser creativo, probablemente termines frustrado. Por esa razón, siempre decimos que la creatividad y, por tanto, las soluciones novedosas, son más probables que aparezcan cuando trabajamos en otros entornos fuera de nuestro día a día.

Muchas ideas innovadoras nacen de la observación y la experimentación con el mundo real. Por eso, desconectarnos del trabajo y sumergirnos en nuevas experiencias puede abrirnos las puertas a ideas que de otro modo no habríamos considerado.

Cómo aprovechar el “momento “eureka” a tu favor

Aunque es un instante inconsciente que parece no podamos controlar, podemos realizar diferentes actividades para forzar ese “¡eureka”. Apunta estos consejos:

1. Pausas estratégicas

Si te sientes bloqueado, aléjate de la tarea por un rato. ¿Recuerdas la Técnica Pomodoro? Da un paseo, escucha música o simplemente cambia de ambiente. Estas pausas permiten que tu cerebro procese la información sin presión.

2. Incorpora momentos de desconexión en tu rutina

No esperes hasta estar exhausto para tomarte un descanso. Dedica tiempo a actividades que te relajen, como la meditación, el ejercicio o la lectura. Estos momentos de desconexión pueden convertirse en fuentes inagotables de creatividad.

3. Aprovecha los momentos en que tu mente divaga

Las ideas suelen aparecer cuando menos lo esperas. Ten siempre a mano un cuaderno o una aplicación de notas de audio para capturar esas ideas antes de que se esfumen.

4. Expón tu mente a nuevos estímulos

La creatividad no surge en el vacío. Visita nuevos lugares, conoce gente diferente, lee sobre temas que no estén directamente relacionados con tu trabajo. Cuantas más conexiones puedas hacer entre ideas diversas, más probable será que tengas un “momento eureka”. Por ejemplo, a mi me encantan los suplementos de la prensa escrita los fines de semana.

5. Confía en tu subconsciente

A veces, lo mejor que puedes hacer es dejar que tu mente haga su trabajo sin presionarla. Si llevas mucho tiempo atascado en un problema, déjalo por un momento y concéntrate en otra cosa. Te sorprenderá lo que puede surgir cuando menos lo esperas.

Las mejores ideas no siempre llegan cuando estamos esforzándonos al máximo, sino cuando nos permitimos desconectar y dejar que nuestra mente trabaje en segundo plano. El “momento eureka” es una prueba de que la creatividad no se puede forzar, pero sí se puede fomentar a través de pausas, momentos de relax y nuevas experiencias.

Así que la próxima vez que te sientas bloqueado, no te castigues intentando pensar más fuerte. En su lugar, sal a caminar, date una ducha o simplemente deja que tu mente divague. Puede que la solución que buscas esté esperando en un rincón de tu subconsciente, lista para aparecer cuando menos lo esperes. Eso sí, siempre que utilices técnicas como “Los 7 pecados laterales” tendrás la ayuda perfecta para lograr el éxito en tu proceso creativo.

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