El desarrollo tecnológico quizás es el mayor factor de crecimiento y evolución que se está experimentando en nuestros días. De manera continua, veloz y sin apenas descanso observamos como llevan avances en el entorno de la tecnología que afectan a la vida cotidiana de personas, empresas y organizaciones, y por lo tanto, impactan a la sociedad en general. El nuevo gran concepto se llama Web3 y es el término del que todo mundo habla, ¿lo conocemos?
El nombre de Web3 viene canalizado por los principales actores de esta revolución e intenta matizar un nuevo tipo de servicio de internet que está construido a través de cadenas de bloques descentralizadas. Es decir, sistemas de registro compartido como los que utilizan criptomonedas como pueden ser Bitcoin o Ethereum. En palabras más comunes, la Web3 se podría definir como un internet donde su propiedad es compartida entre los desarrolladores y los usuarios.
La web3 está generando tanta expectativa como miedo a perder el tren de la siguiente innovación tecnológica
En un entorno donde ser el primero tiene siempre doble premio, quedarse fuera de una aparente revolución tecnológica siempre causa temor. Esto también está alimentando mucho las áreas de marketing, pero también a aquellos detractores que ven a la Web3 como una cortina para llevar el mensaje del mundo crypto a todos aquellos usuarios que todavía no participan de ello. Sin embargo, podemos observarlo como un nuevo paso más en el desarrollo de un entorno de interacciones que está en completa construcción. De hecho, y a modo personal, un desarrollo que nunca dejará de crecer e innovar.
Para entender mejor lo que traerá consigo la Web3 vamos a recordar y matizar de manera resumida que eran la Web1 y la Web2 como explica también esta nota del New York Times:
- Web1: el internet de los años 90 y principios de los 2000. En estas webs lo que se podía hacer era, básicamente, leer páginas estáticas.
- Web2: a partir de 2005 llegaron las redes sociales para dar un paso más en el uso de internet. Las personas podían crear y publicar su propio contenido y participar de una manera activa, no únicamente limitarse a leer. ¿El problema? Al paso de los años ese negocio se quedó en manos de unos pocos muy grandes que acapararon el poder y las ganancias.
Cuáles son las ventajas de la Web3
Es decir, la Web3 busca volver a inclinar la balanza hacia los creadores y los usuarios, alejando el poder de las plataformas y las grandes corporaciones. Esto se basa en crear un internet diseñado alrededor de cadenas de bloques que traerían consigo una serie de ventajas, como apuntan desde el informe de tendencias Innovation Series: WEB3, la evolución de internet publicado por ICEMD, el Instituto de Innovación de ESIC:
- No hay un elemento central de control: los intermediarios se eliminan. Ethereum, que es la principal cadena de bloques que sustenta el concepto Web3, proporciona redes de confianza donde las reglas son irrompibles y los datos están herméticamente encriptados. Los datos ya no estarán en manos de grandes corporaciones.
- Propiedad de los datos: el usuario tiene el poder de sus datos. Hasta ahora grandes compañías como Amazon o Meta tienen grandes servidores donde almacenan información que después es transferida y vendida.
- Menos hackeos y violaciones de datos: Al estar los datos descentralizados y distribuidos, los hackers tendrían que interrumpir toda la red.
- Más privacidad y seguridad: la criptografía ayuda a proteger los datos de los usuarios y la tecnología blockchain proporciona transacciones más seguras entre los usuarios.
- Mayor interactividad y flexibilidad: existe la posibilidad de mayor interactividad entre usuarios y webs, esto quiere decir que un usuario podrá ver contenido de múltiples al mismo tiempo.
- Más alcance global: se podrá llegar a un público mucho más amplio gracias a la interactividad y la flexibilidad.
- Interoperabilidad: las aplicaciones serán fácil de personalizar y serán independientes del sistema operativo. Ahora, es mucho más complejo porque, por ejemplo, hay billereteras limitadas a sistemas como Andorid o iOs.
- Blockchains sin permiso: no habrán usuarios excluidos por motivos geográficos, género, orientación, etc. si no que cualquiera podrá crear una dirección e interactuar con la red.
- Servicio ininterrumpido: La interrupción del servicio será mínima puesto que no solo hay un punto de falla.
¿Qué nos traerá la Web3?
En definitiva, un escenario que todavía está en pleno desarrollo, donde la teoría puede llegar a bloquear a cualquiera, pero donde el conocimiento sobre todo esto está creciendo cada día y tenemos tiempo para ir adaptándonos a las novedades. La previsión es que será un nuevo entorno más democratizado para todos, donde el control recaiga en el usuario. Por ejemplo, un desarrollador de contenido o influencer, si ahora la plataforma “llámese X” cierra o le limita la cuenta, su modelo de ingresos y su forma de vida se verá afectado. Con la Web3 esto ya no sucederá y además permitirá el desarrollo de diferentes metaverso que generen mejores e independientes experiencias en la realidad paralela.
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